La “enfermedad de manos, pies y boca” es normalmente leve

Casi todas las personas que la padecen se recuperan en un plazo de 7 a 10 días.
El tratamiento es más bien sintomático: para bajar la fiebre y para aliviar la picazón del sarpullido que aparece en las extremidades.
La consulta oportuna ante la presencia de fiebre, aftas y exantema, así como las buenas prácticas de higiene, son fundamentales.


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Ante el incremento de la circulación de enterovirus a nivel nacional desde diciembre del año pasado, también existe mayor cantidad de casos de la enfermedad de manos, pies y boca. Se trata de una patología que se presenta con fiebre, dolor de garganta, pérdida de apetito, llagas en la boca, sarpullido en las manos y en las plantas de los pies, más frecuente en menores de 5 años.

Según lo informado por la Dra. Águeda Cabello, directora general de Vigilancia de la Salud del MSPyBS, esta enfermedad es más bien benigna, pues no es común que se presenten complicaciones, y su proceso dura unos siete a diez días.

“Aparecen exantemas o sarpullido en las manos y en los pies, y aftas –más conocidas como fuego-, en la boca. Ante la aparición de estos síntomas, se debe acudir a la consulta para que el médico haga el diagnóstico e indique el tratamiento, que es sintomático. Es decir, si hay fiebre para bajarla, y aliviar el prurito o picazón que suelen producir las ronchas”, explicó Cabello.

La enfermedad de manos, pies y boca es causada por diferentes virus. Para su prevención, es fundamental reforzar las medidas de higiene, principalmente el lavado de manos con agua y jabón. Si un paciente cuenta con el diagnóstico de esta patología, debe apartar sus utensilios de uso personal y cubiertos, para evitar el contagio a otros miembros de la familia, siempre cuidando las buenas prácticas de higiene. 

Otras medidas preventivas:

Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca si no se lavó las manos.

Evite el contacto cercano, como dar besos y abrazos, o compartir vasos, cubiertos con las personas que tengan esta enfermedad.

Desinfecte las superficies y los objetos que se tocan con frecuencia, como los juguetes y las manijas de las puertas, especialmente si hay alguna persona enferma en la casa.