La niña de 8 años trasplantada del corazón evoluciona favorablemente, según informes médicos.Tres días son los considerados críticos, en los que se controla el funcionamiento general del organismo.
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Tras las primeras horas del posoperatorio, la niña Jennifer León se encuentra evolucionando estable dentro de los parámetros de presión arterial, función del riñón e hígado. “De a poquito superando las primeras horas del postoperatorio, nos da mucha esperanza de ir adelante”, dijo el Dr. Marcos Melgarejo, médico intervencionista.
La niña de 8 años recibió en la tarde de ayer un nuevo corazón y tras las 4 horas que duró la cirugía, se encuentra conectada aún a respirador, como salen todos los pacientitos que tuvieron trasplante cardiaco y se la controla para que no haya complicaciones; que no baje la presión, que no haya sangrado, si es que hay arritmia.
“Todo un protocolo que debemos de cumplir para saber cuándo retirando el respirador, como paso importante que respire por sus propios medios. Ver cómo va evolucionando que previamente a la internación operación ha tenido un número importante de complicaciones graves, que pusieron en riesgo su vida, porque ella hace mucho tiempo está en lista de espera por un corazón. Estamos optimistas con que vayamos para adelante”, manifestó el profesional
Melgarejo resaltó que cuando en las primeras horas del pos operatorio hay problemas, es que las cosas no van bien, y que en el caso de Jennifer no se está presentando. Es decir que va evolucionando bien. Hay que recordar que por lo general son 3 días la etapa de pos operatorio, que es considerada crítica.
“Es un detalle técnico importante, la donante es ideal, lastimosamente tuvo un aneurisma roto, que le produjo una muerte general, el resto de los órganos ha quedado intacto, se hizo la evaluación del riñón, corazón e hígado, todo en condiciones para ser donante, fue un acto de amor muy importante”, dijo.
Melgarejo recordó que el corazón de Jennifer sufría de agrandamiento, y su la caja torácica también se agrandó, por lo que cabe perfectamente el corazón de un adulto, Jennifer tiene 24 kilos y la donante 50 kilos. Los protocolos inclusive nos permiten trasplantar hasta el triple de su peso dependiendo del tórax del paciente.