Algunos problemas que podrían afectar a la madre durante la lactancia

La leche materna aporta a los niños, todos los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludable. Constituye el alimento esencial para incrementar las defensas de los mismos y prevenir enfermedades. La lactancia, un acto natural, podría verse afectada por ciertos problemas físicos y psicológicos en la madre que en algunos casos ocurre durante los primeros días o semanas de vida y otros durante los siguientes meses del niño.


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El periodo “puerperal” o después del parto, es un momento delicado sobre todo para algunas madres primerizas, quienes deben aprender y observar para entender y satisfacer las necesidades de su recién nacido (RN).  El mismo, tiene que ser capaz de extraer la leche, siguiendo sus reflejos innatos.

Ahora bien, en este proceso de vínculo afectivo entre madre e hijo podrían presentarse ciertos problemas en la madre, los cuales mencionamos a continuación: 

* Pezones invertidos: Este es un rasgo familiar y consiste en una hendidura del pezón en forma de una pequeña línea recta. Clínicamente se manifiesta por dificultad en el agarre y succión ineficaz del recién nacido al pecho. Por ello, es necesario asegurar el contacto piel a piel, inmediatamente después del nacimiento.  

Recomendaciones: Se debe evitar chupetes y biberones. Utilizar dispositivos de succión suave: jeringa. 

* Grietas: Son causadas por el mal agarre y la posición inadecuada del recién nacido al pecho. Frecuente en los primeros días de vida del niño. Se caracteriza por un intenso dolor durante la succión de la leche por parte del RN y se puede observar heridas en el pezón o sangre en la leche materna (LM).

Recomendaciones: Se debe corregir el agarre y la posición. Aplicar leche materna por los pezones con grietas luego de cada mamada y airearlos dos veces al día. Retirar suavemente el pezón de la boca del RN, colocando el dedo índice entre el pezón y la boca para que libere espontáneamente el mismo, evitando así, mas traumas. 

* Ingurgitación (pechos repletos de leche y líquido tisular) o Plétora (pechos llenos de leche) y congestión mamaria: Producto de amamantamiento infrecuente o ineficaz. Visualmente se observa ambos pechos, brillantes, duros, dolorosos, calientes y a veces eritematosos (enrojecimientos en la piel con inflamación). Dolor espontaneo y al mamar. Hipertermia materna: “fiebre de leche por inflamación. 

Recomendaciones:  remover la leche a través del amamantamiento (AA) frecuente y eficaz o por extracción manual y mecánica. Paños tibios sobre el pecho antes de amantar y paños fríos entre los AA. Masajes circulares suaves al pecho y si hay edema de la areola, realizar compresión suave de la misma. 

* Obstrucción del conducto lactífero (finalizan en el pezón y tienen la función de llevar la leche materna): También causado por AA infrecuentes o ineficaces, presión del pecho por la ropa, sostén apretado o por dormir sobre los pechos. Aparece en cualquier momento de la lactancia, raramente en los primeros días. Se caracteriza por el dolor intenso en un área localizado en el pecho, la cual se presenta dura y a veces eritematosa. 

Recomendaciones: aplicar la misma técnica mencionada en el caso anterior y evitar ropas ajustadas y sostenes con alambres. Si no mejora o reaparece consultar con el médico. 

*  Mastitis: Inflamación de la glándula mamaria y obstrucción de los conductos de la leche, grietas que podrían ser la puerta a gérmenes. Se caracteriza por un dolor intenso, calor y eritema en una zona localizada en el pecho que incluso podría estar acompañado de un malestar general, mialgias, cefalea y fiebre. 

Recomendaciones: Reposo materno, buena hidratación vía oral, antinflamatorios. Acudir al médico para el diagnóstico laboratorial. 

*  Candidiasis del pecho: Asociado al uso de antibiótico por la madre, candidiasis materna satélite y/o micosis bucal del RN. Se caracteriza por las lesiones en la areola y pezón, eritematosas, brillantes, descamativas con enrojecimiento intenso en la periferia y placas blancas. Sin embargo, muchas veces el pezón y la areola están normales. En ambos casos, la madre, presenta escozor o quemadura y dolor en los pechos durante y después de la lactancia. 

Recomendaciones: Tratar con antimicóticos tópicos en la madre y en el recién nacido. 

* Leche insuficiente: Inadecuada extracción de leche que puede llevar a la disminución de la producción: madres inseguras, no motivadas, uso de suplementos de leche artificial innecesarios, uso de chupete y biberones, etc. Clínicamente la madre, tiene la percepción de que sus pechos, no se llenan como antes. 

Recomendaciones: Evaluar la succión por parte del niño. 

* Depresión materna: Asociada a antecedentes de depresión, embarazo no deseado, problemas sociales o familiares durante el embarazo y/o complicaciones obstétricas. La madre no tiene ganas ni energías para relacionarse con el niño, ni con las demás personas. Se siente aislada e incomprendida, y temerosa de expresar sus sentimientos. Siente preocupaciones obsesivas por la salud de su hijo. 

Recomendaciones: Consultar con el médico. Psicoterapia y Psicofármacos.  

La Organización Mundial de la Salud, recomienda la lactancia materna exclusiva, durante los primeros seis meses, continuando por dos años o más, con una alimentación complementaria oportuna, segura y de calidad.  La Leche materna, es un alimento natural que posee todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo del bebé. Proporciona beneficios inmunológicos y previene enfermedades metabólicas.

El acto de amamantar también aporta beneficios para la madre, ya que disminuye el riesgo de que ésta pueda padecer cáncer de ovario y de mama, dos de las principales causas de muerte entre las mujeres.

En Paraguay, un 75 a 90% de las madres, inician la lactancia en el hospital, y la tasa de lactancia materna, exclusiva a los 6 meses, es de 31, 3%.