El dolor en las articulaciones es característico de la fiebre Chikungunya, consecuencia que puede durar meses, incluso años.
Este dolor suele ser debilitantes y puede afectar tobillos, muñecas y falanges (huesos de los dedos de manos y pies).
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El Chikungunya se inicia con fiebre inesperada, malestar general
y dolores musculares o artritis. Tras adquirir el virus con la picadura del
mosquito transmisor, rápidamente, se instalan los dolores en las articulaciones
pequeñas, como manos y pies, y también en la columna vertebral.
A diferencia del Dengue, que se auto limita en no más de 10 días
y que, generalmente, no deja secuelas, el Chikungunya tiene alta tendencia de
pasar a una fase sub aguda, donde ya no hay fiebre pero hay persistencia y
empeoramiento de los dolores articulares, y también de pasar a una forma
crónica. Eso significa sufrir problemas articulares por largo tiempo.
Durante la fase crónica pueden incluir fatiga y depresión además
de dolores musculares, dolores de cabeza, nausea y sarpullidos.
La mayoría de los pacientes se recuperan totalmente, pero en
algunos casos, la afectación de las articulaciones puede persistir de 6 meses
hasta dos años y medio. Aunque las complicaciones serias no son frecuentes, en
el caso de adultos mayores, niños y embarazadas la enfermedad puede agravarse.
El Ministerio de Salud recuerda a la población que se debe
recurrir inmediatamente al centro de salud más cercano si se cuenta con algunos
de los citados síntomas, y evitar la automedicación.
“Prevenir antes que curar”
Esa es la consigna. La principal manera de prevenir esta
enfermedad es evitando la proliferación del mosquito vector, el Aedes aegypti. Para el efecto, es necesario
hacer una revisión permanente de las viviendas, tanto en el interior como en el
patio, para cerciorarse de que no haya criaderos, que pueden poner en riesgo a
todos los integrantes de la familia y a los vecinos.