Mejor rendimiento escolar y menos problemas conductuales son algunos de los beneficios para un niño o niña que cuenta con un padre involucrado en su infancia. Un hombre que acompaña a su pareja durante las etapas de su embarazo, que cría y cuida a sus hijos no ayuda a la madre, está cumpliendo con su rol de padre.
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La participación activa de un papá en la crianza y en el cuidado de su hijo desde la gestación no solo es beneficioso para el desarrollo integral del mismo, sino también contribuye al bienestar familiar.
El solvento económico no basta. Un padre activo construye un vínculo con su niño o niña desde que tiene conocimiento del embarazo. Por ello, durante esta etapa, procura cantarle y hablarle a través de la panza e incluso siente sus movimientos.
En lo posible, acompaña los controles, ecografías y los talleres prenatales que se desarrollan en el “Club de Madres”. Si no puedes participar de algunas de estas actividades, pídele a tu pareja que te comente cómo va su embarazo y cómo podrías apoyarla.
Participa del parto si es posible, ya que esto solo lo permiten algunos hospitales públicos y privados. Cuando estés en casa, protagoniza el cuidado del niño. Calma su llanto, cámbiale los pañales, báñalo, prepara sus alimentos y dale de comer con mucha paciencia y amor. Así, construirás la seguridad en el apego entre vos y tu hijo.
Fomenta a diario momentos exclusivos con tu bebé o niño, como salir a pasear, cantarle una música que le guste, contarle cuentos, alguna actividad que ambos disfruten.
No renuncies a ver y participar del crecimiento de tu hijo. Esto será posible si encuentras un equilibrio entre el trabajo (fundamental para el sustento de la familia) y tu rol paterno. Pero, sobre todo, hazlo con respeto y buen trato. No olvides que los hijos son el reflejo de los padres y que, durante la primera infancia, ellos aprenden a través de la imitación. Lo que tú hagas o digas, él también lo hará.
Beneficios a largo plazo de papás que participan activamente de la crianza
Si pones en práctica estos consejos, tu hijo o hija enfrentará mejor las adversidades de la vida, tendrá mejor autoestima y mayores habilidades sociales, logrará un excelente desempeño escolar y mejores indicadores de salud mental en la adolescencia. Y claro, debido a tu buen ejemplo, él o ella también tendrá un vínculo más cercano y amoroso con los hijos que tenga a futuro.
Recuerda: los niños crecen rápidamente y hay muchos momentos que no vuelven a repetirse.
Éste y otros temas que involucran al desarrollo y crecimiento de los niños son compartidos por los profesionales de Salud de las USF, servicios u hospitales de las regiones sanitarias de diez departamentos del país, beneficiados con el Programa Desarrollo Infantil Temprano (PDIT) “Paraguay, Creciendo Juntos”. El mismo, busca mejorar el desarrollo cognitivo, emocional y físico de niños de 0 a 5 años de vida, detectando precozmente trastornos en el crecimiento de los mismos y facilitando el acceso oportuno a intervenciones para sus tratamientos.