Microcefalia: el riesgo latente de padecer Zika durante tu embarazo

Microcefalia es un defecto de nacimiento en el que la cabeza del bebé es más pequeña de lo esperado, en relación con la de los bebés de la misma edad y sexo. Los bebés con microcefalia suelen tener cerebros más pequeños, que podrían no haberse desarrollado como es debido y un factor que eleva las condiciones para este mal es el Zika.



La infección por el virus del Zika durante el embarazo es una de las causas de microcefalia. Durante el embarazo, la cabeza del bebé crece porque crece su cerebro. La microcefalia puede ocurrir porque el cerebro del bebé no se desarrolló correctamente durante el embarazo o dejó de crecer después del nacimiento.

El síndrome congénito por el virus del Zika es un patrón específico de defectos de nacimiento que se observa en fetos y bebés infectados con el virus del Zika durante el embarazo. El síndrome congénito por el virus del Zika presenta las siguientes cinco características:

· Microcefalia severa en que el cráneo colapsa de forma parcial

· Tejido cerebral disminuido con un patrón específico de daño cerebral

· Daño (es decir, cicatrices, cambios en la pigmentación) en la parte posterior del ojo

· Articulaciones con limitaciones en el movimiento, como pie equinovaro

· Demasiada tonicidad muscular que restringe el movimiento del cuerpo apenas después del nacimiento

Los bebés infectados con Zika antes del nacimiento pueden presentar daños en los ojos y/o la parte del cerebro responsable de la visión, lo cual puede afectar su desarrollo visual. Tanto los bebés con microcefalia como los que no la tienen pueden sufrir problemas oculares. Si su bebé nació con infección congénita por el virus del Zika, debería recibir los exámenes y controles recomendados para detectar problemas oculares o de otro tipo, incluso si el bebé parece estar sano.

Un estudio reciente en Brasil reveló que los bebés de 19 a 24 meses con infección congénita por el virus del Zika demostraron que tienen dificultades para sentarse, alimentarse y dormir solos. Los bebés también tuvieron convulsiones y problemas auditivos y oftalmológicos, como el hecho de no reaccionar ante el ruido del sonajero y no ser capaces de seguir a un objeto en movimiento con la mirada. Cabe destacar que será necesario que los bebés afectados por el virus del Zika sigan recibiendo atención especializada por parte de diferentes proveedores de atención médica y cuidadores a medida que van creciendo.

No todos los bebés nacidos con infección congénita por el virus del Zika tendrán todos estos problemas. Algunos bebés con la infección por el virus del Zika congénita que no tienen microcefalia en el nacimiento luego pueden experimentar un crecimiento tardío de la cabeza y desarrollar microcefalia posnatal.

Reconocer que el Zika es la causa de ciertos defectos congénitos no significa que todas las mujeres embarazadas infectadas con el virus del Zika tendrán un bebé con un defecto de nacimiento. Significa que la infección por el virus del Zika durante el embarazo aumenta la probabilidad de tener estos problemas.

Embarazos futuros

Con base en la evidencia disponible, la infección por el virus del Zika en una mujer no embarazada no supondría un riesgo de defectos congénitos en embarazos futuros una vez que el virus esté fuera de su sangre. Una vez que una persona ha sido infectada con el virus del Zika, es muy probable que él o ella estén protegidos ante una futura infección de la enfermedad.