La conjuntivitis es una de las afecciones del ojo más comunes y tratables, tanto en niños como en adultos. Esta inflamación hace más visibles los vasos sanguíneos, lo que le da al ojo un color rosado o rojizo. Es por ello que existen varios mitos a derribar para recuperar adecuadamente a la persona afectada.
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La conjuntivitis causada por virus o
bacterias es muy contagiosa y se propaga fácil y rápidamente de persona a
persona. La conjuntivitis que es causada por alérgenos o sustancias irritantes
no es contagiosa, pero es posible que se produzca una infección secundaria por
otros virus o bacterias que sean contagiosos.
A continuación, la Dirección de Salud
Ocular del Ministerio de Salud presenta nueve mitos que son falsos y que se
deben evitar para poder recuperarse lo más pronto posible y evitar además el
contagio.
1- Todas las conjuntivitis han de tratarse
con colirios antibióticos. Esto no es así. El origen de una conjuntivitis en
niños puede ser distinto de una infección bacteriana. Por ejemplo: ni las que
tienen un carácter inflamatorio-irritativo (relacionadas con el uso de lentes
de contacto, o sustancias toxicas por ejemplo), ni las de origen alérgico (como
las de la polinosis) ni las de origen vírosico (como el adenovirus) se tratan
con antibióticos.
2- Las secreciones matinales han de
lavarse con agua de manzanilla. Lo mejor es despegar suavemente las secreciones
con la ayuda de un poco de agua o suero fisiológico, o con la ayuda de unas
toallitas específicas o lágrimas artificiales El agua de manzanilla no es una
solución estéril, puede contener pequeños fragmentos de la propia planta y seca
mucho los ojos.
3- En la conjuntivitis de origen
infeccioso, sólo hay que tratar el ojo enfermo. Es cierto. Aunque el cuadro se
puede propagar de uno a otro ojo, solo se necesita antibiótico cuando se
manifiesta la infección.
4- Mi hijo tiene una conjuntivitis
bacteriana, por lo que no se le puede llevar a la escuela o al colegio hasta
que el cuadro haya cedido completamente. Esto es parcialmente falso. Tras 48
horas de tratamiento con un colirio antibiótico, puede no existir riesgo de
contagio, pero hay que insistir en el lavado de manos.
5- El colirio en gotas es más eficaz que
el colirio en formato pomada/gel. Falso. Son igualmente eficaces.
6- Las pomadas son más incómodas que el
colirio. Puede ser, pues nublan momentáneamente la vista. Aunque muchos padres
prefieren usar pomadas para sus hijos más pequeños, pues se administran solo
2-3 veces al día. El colirio se ha de aplicar cada 4-6 horas.
7- En cuanto la conjuntivitis bacteriana
de mi hijo ceda, he de suspender el tratamiento. Falso. He de cumplir una
semana de tratamiento, para evitar que el cuadro reaparezca.
8- He de guardar para otra ocasión lo que
sobre del frasco de colirio o pomada. Falso. Cada frasco usado ha de ser
desechado y no guardarse, porque es seguro que se ha contaminado.
9- Los niños no pueden usar gafas de sol.
Nada más lejos de la realidad. Su uso puede aliviar las molestias debidas a la
sensibilidad lumínica que se advierten en algunos casos de conjuntivitis en
niños. Eso sí: hemos de adquirir las mismas en una óptica, pues las gafas han
de estar controladas para que las usen los más pequeños de la casa.
No olvide consultar con un profesional en
oftalmología para que sea orientado adecuadamente sobre este y otros males de
ojo.