Comer en exceso puede ser perjudicial.Exhortan a moderar el consumo de comidas tradicionales, huevos de pascua y otros chocolates, así como productos de confitería, a fin de evitar problemas estomacales.Vigilancia de la Salud emite 18 recomendaciones al respecto.
¡Comer sano en Semana Santa es posible! Desde la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles, dependiente de la Dirección General de Vigilancia de la Salud, recomiendan a la población moderar la ingesta de alimentos para evitar intoxicaciones alimentarias o molestias digestivas. “La consigna no es privarse, sino saber elegir y evitar los excesos alimentarios”, resalta la Lic. Claralina Mendoza, encargada de la Iniciativa “Comunidad Promotora de Calidad de Vida y Salud. La nutricionista pide moderar en estas fechas el consumo de alimentos con alto tenor carbohidratos, proteínas, lípidos, como el caso de chipa almidón, sopa paraguaya, chipa guazú, chocolates, huevos de pascua, roscas de pascua, cerdo, pollo, entre otros alimentos de gran aporte calórico. Los excesos alimentarios pueden dar lugar a problemas estomacales, vómitos, fiebre y diarrea. Si presenta cualquiera de estos síntomas, recurra al servicio de salud más cercano y evite automedicarse. Mendoza aconseja preparar recetas caseras con ingredientes saludables, consumir los alimentos en porciones moderadas y acompañar esto con una buena hidratación, de preferencia beber agua, al menos 2 litros diarios y realizar actividad física diaria. Recomendaciones: 1. Distribuí tu alimentación en 5 comidas diarias, con una ingesta cada 3 horas. Debe incluir: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena; esto ayudará a controlar las porciones y evitar los excesos. 2. Incorporá a tu plan alimentario la ingesta diaria de 3 frutas y 2 hortalizas crudas de colores diferentes. 3. Aprovechá las frutas de estación de colores diferentes y recordá que las frutas y verduras sin una higiene adecuada son una potencial vía de contagio de virus, bacterias o parásitos que producen la gastroenteritis, siendo la población infantil la más afectada por esta enfermedad. 4. Planificá tu menú considerando la capacidad de tu heladera para refrigerar o congelar. 5. Evitá la contaminación cruzada, separando los alimentos crudos de los cocinados. 6. No dejes los alimentos a temperatura ambiente. 7. Leé el etiquetado de los alimentos envasados y verificá su vencimiento antes de adquirirlos. Evitá comprar aquellos alimentos que vengan en latas hinchadas, abolladas u oxidadas. 8. Laváte correctamente las manos antes de manipular los alimentos y antes de comer. 9. Ingerí 2 litros de agua por día, equivalente a 8 vasos, además de jugos o batidos con frutas de estación, evitando el consumo de bebidas carbonatadas (gaseosas) y bebidas alcohólicas. 10. Disminuí el consumo de sal. 11. Practicá una correcta masticación. 12. Se recomienda no comer “demás”. Cuando hay una gran variedad de alimentos, es muy importante cuidar el tamaño de las porciones. 13. Evitá o limitá la ingesta de comidas rápidas, procesadas y ultra procesadas como snacks, papas fritas, galletitas, dulces, helados, gaseosas y jugos azucarados, al igual que los embutidos (fiambres, chorizos, mortadela, u otros), porque aportan muchas calorías, sal, colesterol y grasas saturadas. 14. Rescatá la costumbre de cocinar en casa, porque comer fuera de casa implica no tener control de las preparaciones y los ingredientes. 15. Si en estos días vas a adquirir comidas cocidas: verificá que provengan de un lugar limpio, que sean de reciente preparación y hayan estado refrigeradas o mantenidas calientes por encima de 70º C, según el tipo de alimento de que se trate. 16. Prefierí los postres saludables, como las ensaladas de frutas sin azúcar agregada, brochetas de frutas, manzana asada y compotas de frutas con poca azúcar o edulcorante, tartas de frutas, flan con leche descremada, crema chantilly dietética (queso untable descremado, edulcorante). 17. Evitá el uso excesivo de aderezos con huevos, como la mayonesa y, en su reemplazo, utilizá aceites crudos, vinagre y/o limón. 18. No olvides incluir alguna actividad física, como caminar, correr, andar en bicicleta, nadar, subir escaleras o lo que más se adapte a tus posibilidades, por lo menos 30 minutos al día.