La donación de la placenta se da al momento mismo del parto y permite realizar la cobertura temporal o definitiva, de acuerdo a la profundidad de las lesiones producidas por las quemaduras.
El Dr. Saúl
Zaputovich, Director Médico del Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías
Reconstructivas (CENQUER), indicó que en nuestro país es uno de los pocos a
nivel sudamericano en realizar la captación, el procesamiento y almacenamiento
de membrana amniótica para el desarrollo de una nueva terapéutica utilizada
para tratar a pacientes con quemaduras, úlceras, escaras y heridas oculares. El paciente con
quemaduras demanda de un manejo complejo, y el uso de membrana amniótica como apósito
biológico es un método muy valioso para favorecer su evolución. Evita la
pérdida de líquidos, electrolitos y proteínas en las áreas cruentas, a modo de
barrera artificial; también ayuda a prevenir las infecciones, sin desmerecer la
importancia del efecto analgésico sobre las lesiones. Hasta el
momento se ha llevado adelante 21 procedimientos en el CENQUER, luego de la
procuración de órganos, según estipula el protocolo del INAT y el tratamiento del mismo en el Banco
de Tejidos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de
Asunción (UNA). Solo la
placenta obtenida de las cesáreas programadas es utilizada en esta técnica, a
modo de que sea lo más estéril posible. Ventajas La obtención de
la placenta es fácil por el número de nacimientos registrados en nuestro país.
Además de que si no se utiliza para este fin, la placenta se desecha. A diferencia de
otras donaciones de órganos, esta se da en un momento feliz de la vida, por lo
general, que es el nacimiento de un nuevo ser humano.
La membrana
amniótica se puede utilizar en el tratamiento de lesiones en piel, (quemaduras,
ulceras y escaras), heridas oculares, ayuda a mejorar la calidad de vidas de
personas con estos problemas.