El equipo llamado Osmosor, que permite el tratamiento del agua a ser utilizado en las sesiones de hemodiálisis, fue adquirido y puesto en funcionamiento en el Hospital Regional de Coronel Oviedo, logrando de esta manera el óptimo servicio para pacientes renales.
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La hemodiálisis es una técnica de
tratamiento para la Enfermedad Renal Crónica avanzada, en la que una máquina
sustituye las funciones principales del riñón, es decir, opera como riñón
artificial, haciendo pasar la sangre a través de un filtro donde se realiza su
depuración. Esta enfermedad es catalogada como catastrófica porque el paciente
necesita de tratamiento continuo para poder vivir.
Garantizando este principio, el Hospital
Regional de Coronel Oviedo recibió un Osmosor, que se constituye en un elemento
que permite el tratamiento del agua y logra una pureza de alta calidad, así
como una producción de 1.200 litros de agua por hora, hasta 25 máquinas a la
vez. El centro de nefrología opera con 14 máquinas y cuenta con unos 70
pacientes que se realizan diálisis, con turnos fijos, sin turnos o por “diálisis
de rescate”.
Debido a la mayor exposición de los
pacientes de diálisis a agua utilizada en la fabricación de fluido de diálisis,
que se origina como agua potable, requiere tratamiento adicional para asegurar
que cumple con un contenido más estricto nivel de contaminantes que el agua
potable. Los niveles más estrictos están consagrados en las normas nacionales e
internacionales que se han desarrollado a partir del deseo de minimizar las
complicaciones derivadas de la utilización de la calidad del agua inadecuada.
Para el agua utilizada en la preparación
de líquido de diálisis, los niveles de contaminantes químicos se establecen
inferior para tres grupos de contaminantes químicos: los contaminantes para los
que la exposición se asocia con secuela clínica tal como aluminio y fluoruro,
los compuestos presentes en el fluido de diálisis (por ejemplo, sodio), y
metales traza. El proceso de diálisis utiliza grandes volúmenes de agua en la
preparación del líquido de diálisis. Las mejoras en los equipos de tratamiento
de agua se han traducido en mejoras en la calidad química. La conciencia de que
la endotoxina y fragmentos de bacterias presentes en el circuito de
distribución de agua dentro de la diálisis, son capaces de atravesar la
membrana del dializador, se ha traducido en una mayor atención a este aspecto
de la calidad del agua.
Cabe destacar que ante la avería del
equipo, ocurrido días atrás, se procedió a la reparación para realizar las
sesiones de hemodiálisis en menores capacidades. Sin embargo, y pese a la
extensión de los horarios, los pacientes que habitualmente se realizan sus
sesiones en este punto no han registrado un corte en su tratamiento.