Se cierra el año y se renuevan las recomendaciones sobre el uso de pirotecnia, en especial a los padres para que no permitan que sus hijos utilicen estos artefactos.
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Ante la llegada de las fiestas de fin de
año y de las diversas tradiciones familiares propias de estas de fechas, el
Ministerio de Salud Pública pide a la ciudadanía, especialmente a los padres y
madres, tener especial cuidado con ciertas costumbres que podrían poner en riesgo
la salud de los niños.
Durante los días festivos, las quemaduras
en las manos, los dedos y el rostro se encuentran entre los principales motivos
de atención médica de urgencia en los servicios de salud; generalmente,
consecuencias directas del uso indebido de pirotecnia, en la mayoría de los
casos en menores.
Lo recomendable es evitar que los niños
pequeños manipulen artefactos pirotécnicos, petardos y bombas de cualquier
índole (con pólvora de por medio no existe artefacto totalmente inofensivo) y,
si lo hacen, que sea bajo extrema supervisión de personas mayores. Esta franja
es la que corre mayor riesgo de sufrir quemaduras y lesiones graves.
Los expertos en el área enfatizan que, en
caso de sufrir una lesión o una quemadura por pirotecnia, no es conveniente
colocarse cremas, ni ungüentos, se debe evitar totalmente el uso de pasta
dental sobre la herida porque todos estos productos podrían empeorar el cuadro.
Al sufrir una quemadura, hay que lavar la zona con agua fría, colocar paños
limpios humedecidos en el lugar y concurrir al servicio de salud más cercano en
la brevedad posible.
Se deben respetar todas las indicaciones
de uso que, generalmente, están presentes en los envoltorios de los artefactos,
y considerar las advertencias; en el caso de que el producto no presente estas
indicaciones, evitar su uso. Existen
ciertos productos catalogados como los más inofensivos o “bombitas para niños”, entre los que se
puede citar a los conocidos popularmente como “fosforito, ajito y estrellita”, pero todos estos
productos establecen un mínimo de edad para ser utilizados. En el caso del fosforito, 10 años en adelante; de la
estrellita, 5 a 6 años y, del ajito, 4 años en adelante.
Nunca se debe llevar estas “bombitas” en los
bolsillos y tampoco permitir que los niños las porten, el único lugar donde deben encender o manipular
es al aire libre, asegurándose de que se tenga distancia de elementos que puedan entrar en
combustión y de otras personas.