Durante este periodo, la ansiedad, la preocupación, y en muchos casos el aburrimiento, pueden propiciar una ingesta compulsiva de alimentos, que puede llevar al aumento de peso.
Catherine Turnes, nutricionista y coordinadora técnica de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles, advierte que el incremento de peso podría ser de 3 a 5 kilos más, sobre todo, si se trata del consumo de alimentos con alto contenido de calorías, azúcares y grasas. “Estos, por lo general, son productos que en su mayoría vienen envasados y listos para el consumo, están hechos para saciar antojos; son muy sabrosos, y por lo tanto son generadores de hábitos y, a veces, llegan a ser casi adictivos”, declara, por lo que moderar su consumo es fundamental, sobre todo teniendo en cuenta que el movimiento corporal durante este periodo, es menor. Puntualiza que el fenómeno de la suba abrupta de peso va acompañado de otro factor importante, la falta de movimiento: “La explicación es sencilla, en este periodo de cuarentena, el gasto calórico disminuye y esto se debe al cambio en nuestra rutina, como, por ejemplo, muchas personas dejan de moverse como habitualmente lo hacían, dejan de ir al trabajo, incluso de tener una rutina de actividad física”, explica. Teniendo en cuenta que el objetivo debe ser mantener el peso y no aumentar, la clave es tener disciplina, planificar la rutina diaria, las compras y, por ende, la alimentación. Algunas recomendaciones que puedan ayudar a sobrellevar la cuarentena de una forma más saludable: •Planificar los horarios de comida, estableciendo la rutina de cuatro comidas principales: desayuno, almuerzo, merienda y cena, y para las colaciones optar por frutas u otras opciones saludables, a fin de evitar comer entre horas. •Preferir alimentos saludables. La falta de tiempo es un motivo frecuente que se atribuye al estilo de vida poco saludable, por tanto, todo el tiempo que ahora tenemos debemos aprovecharlo para cuidar nuestra salud. Una buena forma de aprovecharlo es aprendiendo a cocinar recetas saludables, sobre todo si hay niños en el hogar, lo ideal es involucrarlos en la elaboración de las comidas, priorizando las frutas y verduras. Esto ayudará a motivarlos para comer todo tipo de alimentos. •Disponer de un horario al día para realizar actividad física. Realizar 30 a 60 minutos de actividad física con ejercicios de fuerza, aeróbicos, utilizando elementos que disponemos en nuestra casa, y si lo desean acompañando con una buena selección de canciones, para aumentar la motivación. •La buena hidratación es fundamental, prefiriendo siempre el agua como bebida principal durante el día y evitando el consumo de bebidas gaseosas y azucaradas. La recomendación es tener una botellita o hoppie e hidratarse durante la mañana, tarde y noche, hasta completar la recomendación de 2 a 3 litros de agua al día. Esto además de hidratar y ayudar a que el organismo cumpla sus funciones correctamente, puede contribuir a evitar la ansiedad y el deseo de comer de más. También se pueden optar por agua saborizada naturalmente con rodajas de limón, naranja o su fruta de elección, sin agregado de azúcar, especialmente para las personas que les cuesta aún adoptar el hábito de hidratarse adecuadamente durante el día. •Minimizar el tiempo que se dedica a mirar, leer o escuchar noticias que nos puedan causar ansiedad o angustia. La recomendación es buscar información únicamente de fuentes confiables y principalmente sobre medidas prácticas que contribuyan a protegernos y proteger a nuestras familias. •En la medida de lo posible, mantener las rutinas familiares en la vida cotidiana o crear nuevas rutinas, especialmente si los niños tienen que permanecer en la casa. Organizar actividades interesantes y apropiadas para la edad, incluidas las actividades de aprendizaje, para contribuir a aprovechar mejor el tiempo, distraerse y no focalizar la atención en la comida.