Vigilancia trabaja en modelo matemático que permitirá medir riesgos y anticipar escenarios

La aplicación de esta herramienta contribuirá a la toma de decisiones oportunas, y por supuesto, salvar vidas. La primera fase del modelo estará lista para finales de abril.



Pastor Emanuel Pérez Estigarribia (34) es el joven profesional que se une al equipo técnico de Vigilancia de la Salud para hacer frente a la pandemia del Covid-19. Actualmente se desempeña como asesor técnico de la OPS/OPS y trabaja en la elaboración de un modelo matemático para el país que permitirá dar seguimiento a la evolución de la pandemia en base a estimaciones y modelos. "Un modelo matemático logra simplificar la realidad en base a ecuaciones que permiten hacer simulaciones en un computador", explica.

Pérez es oriundo de Filadelfia, Chaco. Procede de una familia mayoritariamente abocada a la salud, en las áreas de medicina, psicología y enfermería. Pero en su caso particular decidió adentrarse al ámbito de la investigación. Egresado de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) donde estudió Biología; posteriormente realizó una maestría en Zoología, en la Universidad de Concepción, Chile, y obtuvo un doctorado en la Facultad de Politécnica, de la UNA, donde además trabajó en el Laboratorio de Computación y Tecnología Aplicada. Actualmente cursando un doctorado en Ciencias de la Computación.

Teniendo en cuenta que recibió educación pública, el profesional menciona su alto compromiso moral y ciudadano de contribuir con todo el conocimiento adquirido a lo largo de estos años y emplearlo para hacer frente a la problemática global del coronavirus. “En comparación a otros países, nuestro equipo de científicos es todavía incipiente, aun así, creo que es válido tratar de ayudarnos entre todos. Creo que estos 15 años de formación pueden aportar algo”, destaca.

“En lo personal espero que las estimaciones que se lleguen a hacer puedan ayudar a la toma de decisiones, y esto pueda salvar vidas”, refiere el profesional durante la entrevista.

Por otra parte, menciona que este tipo de inferencia pueden ayudar a anticipar la cantidad recursos que serán necesarios en los hospitales o bien cuándo podría ocurrir un colapso en función a las decisiones tomadas. Explica que las inferencias que se puedan realizar dependen en buena medida de los datos, una de las razones por la cual se ha insistido en aumentar el número de pruebas laboratoriales. “También es importante tener datos demográficos a la mejor granulación posible, por ejemplo, hasta ahora hemos observado que las derivaciones fatales en Paraguay corresponden a personas mayores, esto también es tendencia mundial. Sabemos que la población en el país es mayoritariamente joven, tener números precisos nos permitirá saber la población de mayor riesgo por región”, puntualiza Pérez. 

Cabe destacar que la aplicación de un modelo matemático es una iniciativa de la Dirección de la Vigilancia de la Salud que se está desarrollando con apoyo de la OPS/OMS. La culminación de la herramienta tiene un plazo de tres meses. “Los primeros resultados deben estar listos en el ambicioso plazo de un mes deben ser de utilidad para los técnicos en las discusiones y decisiones que van a tomar. Luego estas herramientas podrán ser mejoradas, modificadas y ajustadas en los dos meses siguientes. Esta propuesta de innovación se encuentra en una etapa inicial y debería extenderse hasta el mes de junio. 

Lejos de ser la panacea 

El biólogo sostiene que los modelos matemáticos y estimaciones están lejos de ser la panacea, sin embargo, son herramientas útiles. Menciona que el desafío con esta iniciativa es hacer que estas herramientas puedan ser útiles para diversos equipos técnicos y hacerlo en un tiempo récord es bastante ambicioso. Asegura que la crisis además de ser un desafío, es a la vez una oportunidad. Los distintos métodos de análisis son herramientas, y como toda herramienta, ya sea compleja o simple, requiere de un entrenamiento previo. En muchos casos exige un equipo de distintos profesionales que lo haga. “En mi caso, llevo 15 años de aprendizaje que involucran estudios en biología, bioestadística y modelación matemática, eso me coloca como un investigador junior en el campo. Alguien que recién está empezando en comparación con investigadores de otros países.  De cualquier modo, nosotros no tenemos especialistas residentes en biología o epidemiología matemática; llevo 5 años formándome en este campo”, sostiene y es lo que avala su perfil técnico y profesional.

Decisiones acertadas

Considera que las decisiones tomadas a tiempo en el país en torno al Covid-19 fueron acertadas “eso se refleja en los datos que se están evidenciando. Si miramos el número de fallecidos en Paraguay es mucho más bajo en comparación a otros países de la región, incluso a nivel global. Este es un indicador muy importante de que vamos bien”, asevera el biólogo.

Añade que el tiempo ganado ha sido de utilidad para articular acciones que nos dejan mejor preparados, por citar una, los cursos de capacitación que se están brindando por medio de Becal a profesionales de blanco. No obstante, afirma que la situación de alerta sigue muy vigente. 

Acerca de los modelos matemáticos 

Los modelos matemáticos son simplificaciones de la realidad que ayudan a anticipar escenarios y tomar decisiones, según explica Pastor Pérez: “si quiero anticipar dónde caerá la bala de un cañón al disparar puedo usar modelos de física. De igual modo, en epidemiología existen modelos que nos ayudan a anticipar posibles escenarios”. 

El profesional revela que estos modelos se representan por un conjunto de ecuaciones; buscan capturar el comportamiento de una epidemia. Algunos de los modelos utilizados tienen cerca de un siglo utilizándose, eso significa que se han aplicado en varios estudios científicos. 

Los modelos más fundamentales desde un punto de vista teórico son del tipo SIR (Susceptibles-Infectados-Removidos). Este modelo bastante simple sirve para anticipar cómo las medidas que reducen la tasa de contactos entre personas susceptibles e infectadas, como, por ejemplo, el control de las fronteras, la detección y el aislamiento de casos positivos, la cuarentena y el distanciamiento social ayudan a mantener un número bajo de casos en el tiempo.  Como alternativa a un modelo SIR existen otros modelos para escenarios de contagios de COVID 19 (por ejemplo, SEIR, SEIR-QD, SEIR-PO, SEIR-AHQ). Estos se conocen en el ámbito científico como modelos dinámicos y se basan en ecuaciones diferenciales. 

Utilidades de los tipos de modelos antes mencionados:  

1. Intersección entre los modelos con métodos estadísticos de ajustes de curvas y estimación de parámetros en base a datos permite hacer proyecciones y anticiparse ante posibles escenarios.  

2. En el caso de los modelos dinámicos nos permiten plantear interrogantes, simular escenarios hipotéticos de decisiones y de ese modo poder anticipar las posibles consecuencias.   

El licenciado afirma que las tecnologías aplicadas en otros países para esta pandemia fueron optimizadas y mejoradas con ayuda de modelos matemáticos y simulaciones computacionales. A partir de ese antecedente no es una sorpresa que las posturas iniciales de no tener cuarentenas rígidas en Estados Unidos y el Reino Unido fueran revertidas a partir de resultados de modelos matemáticos, en cambio, la responsabilidad de usar modelos en medio de la pandemia es enorme. Sostiene que el desafío se centra en elegir o desarrollar el modelo apropiado y responder lo más realista posible a los cuestionamientos o decisiones que se deban tomar.

“Los modelos y estimaciones deben ser tomados como un respaldo de lo que la lógica nos dice. No pueden ir en contra de eso. Esto exige un ejercicio del pensamiento crítico”, subraya.  

Finalmente revela que, en el país, se están desarrollando modelos matemáticos que deben ayudarnos en un futuro próximo en la lucha contra el Dengue. Esta labor se lleva adelante con el asesoramiento del Dr. Christian Shaerer, del Laboratorio de Computación Científica y Aplicada (FP-UNA) y con el Dr. Pierre Bliman, del French Institute for Research in Computer Science and Automation. “Este tipo de esfuerzos no son aislados y locales, en el caso de los modelos para el control de epidemias como el dengue existe una red de investigadores de Brasil, Colombia, Argentina, Cuba, Chile, Paraguay y Francia que se reúnen anualmente para intercambiar experiencias y avances”, comenta el investigador.