• En los últimos cinco años se observaron variaciones con el inicio de mayor actividad respiratoria, que por lo general se da de mayo a agosto.• Los tiempos han cambiado y con la llegada del COVID-19 es de esperarse que surjan más cambios en el escenario epidemiológico que suponen nuevos desafíos.
La declaración de alerta busca anticipar sobre la ocurrencia de un posible riesgo, con la finalidad de incrementar la vigilancia y extremar las acciones de control, prevención y contención. Por el contrario, una alarma anuncia sobre una amenaza inminente. A lo largo de estos años, la Dirección de Vigilancia de la Salud ha cumplido con la función de difundir alertas epidemiológicas a nivel país, con la intención de informar y alentar al personal de los establecimientos sanitarios y a toda la ciudadanía sobre la necesidad de intensificar estas acciones, garantizar asimismo el manejo clínico adecuado y brindar el tratamiento oportuno a los afectados ante probables complicaciones de salud que pudieran observarse. A continuación, se expone el histórico de alertas de los últimos cinco años, emitidos desde Vigilancia de la Salud en torno a influenza y otras afecciones respiratorias, en los que se incluyen periodos, tendencias y medidas de prevención aplicadas en cada una ellas. El 6 de mayo de 2016, se lanzó una alerta por enfermedad tipo influenza (ETI) e infecciones respiratorias agudas graves (IRAG), ante el importante número de consultas relacionadas a afecciones tipo influenza, de cerca de 135.000, situándose de esta manera en la franja de alerta del corredor endémico. En el 2017, la emisión de alerta se efectuó el 10 de abril, un mes antes en relación al año anterior debido al aumento de casos de enfermedades tipo influenza con más de 103.660 notificaciones, cifra que se encontraba por encima de lo esperado para esa época del año, situándose de esta manera en la franja epidémica, con un incremento sostenido de notificaciones del 22% en la última semana. Al año siguiente, en el 2018 se reportó un crecimiento del 32% en las notificaciones a nivel nacional, con una curva por encima del umbral estacional. En la oportunidad se registró un adelantamiento de al menos 2 semanas en el aumento de consultas, en comparación al registrado en la temporada anterior, hecho que apresuró la declaración de alerta. En el 2019 se evidenció el incremento de las Infecciones respiratorias graves asociadas al Virus Sincitial Respiratorio (VSR), siendo aún esporádicos los casos asociados a los virus de Influenza que referían en ese entonces un aumento paulatino. Lo llamativo en esta temporada fue la intensidad y la magnitud de los casos del virus sincitial, mientras que la circulación de Influenza fue tardía, siendo el pico recién en agosto con circulación importante hasta setiembre. Las consultas por enfermedades tipo influenza acumuladas de diciembre 2018 a mayo 2019 ascendieron a 210.636, situando la curva de tendencia por encima del umbral epidémico. Posteriormente, en junio de ese año se emitió otra alerta, esta vez por “Circulación comunitaria sostenida de influenza con riesgo de impacto en la respuesta del sistema de salud”, luego de detectarse un abrupto aumento del 20% de consultas en solo una semana. Históricos de los últimos cinco años 2015: 149.562 notificaciones (enero a mayo) – Alerta emitida el 26 de mayo. 2016: 134.958 notificaciones – Alerta emitida el 06 de mayo. 2017: 103.665 notificaciones – Alerta emitida el 10 de abril. 2018: 88.537 notificaciones (diciembre a marzo) – Alerta emitida el 21 de marzo por aumento de casos. 2019: 210.636 notificaciones (diciembre a mayo) – 1ra Alerta emitida el 10 de mayo. 2019: aumento del 20% de consultas en una semana – 2da. Alerta emitida el 05 de junio. Históricamente el período que concentra el mayor número de casos de Infecciones Respiratorias Agudas se inicia a fines del mes de mayo, donde se evidencia el inicio de circulación activa del virus de influenza, extendiéndose hasta fines de agosto. En todas las temporadas se identificó, además, circulación simultánea de otros virus respiratorios, como el Virus Sincitial Respiratorio, Influenza B, Adenovirus y Metapneumovirus humano. En estos años, las medidas de prevención enfatizadas fueron el lavado de manos, la necesidad de cubrirse al toser y estornudar con el ángulo interno del codo o un pañuelo desechable, recordar no compartir cubiertos ni vasos y mantener la desinfección de picaportes, superficies y objetos de alto contacto. El Dr. Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud considera que, para este año, existen probabilidades que el pico de notificaciones de influenza refiera un ligero retraso en relación a años anteriores, teniendo en cuenta que se encuentra en la puja del protagonismo el Covid-19. En lo que va del 2020, a nivel país, las consultas por enfermedades tipo influenza se hallan por debajo de la curva epidémica. Las notificaciones acumuladas de diciembre de 2019 a finales de abril de este año ascienden a 130.220.