Consejos para el control de enfermedades crónicas durante la pandemia

Tanto el control como la prevención de este tipo de patologías se centra en la adopción de dos hábitos saludables impostergables: actividad física y alimentación sana.

Las Enfermedades Crónicas No Transmisibles constituyen las principales causas de mortalidad a nivel global. En el país, el mayor porcentaje de fallecimientos está vinculado con este tipo de enfermedades, entre las que figura las del tipo cardiovascular, la diabetes, cáncer y afecciones respiratorias crónicas.

Ante este escenario, la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles emite una serie de recomendaciones para la prevención y el control de las enfermedades crónicas no transmisibles, en el contexto de la pandemia por COVID-19.

Para este efecto se indica:

Actividad Física

Todas las personas con algún tipo de enfermedad crónica como enfermedades cardiovasculares: angina, infarto, falla cardiaca; Enfermedades pulmonares: asma, enfermedad obstructiva crónica (EPOC); obesidad, diabetes, hipertensión arterial, tabaquismo, cáncer; personas inmunosuprimidas deben practicar actividad física en la casa, por ahora no deberán exponerse y hacer ejercicios físicos en lugares públicos, como parques, plazas, polideportivos, gimnasios, hasta nuevas recomendaciones.

Se recomiendan 150 minutos a la semana (60 minutos al día 3 veces a la semana y/o 30 minutos al día, 5 veces a la semana), que pueden ser distribuidos en varias sesiones al día.

Si no tiene contraindicaciones, este grupo debe entrenar con énfasis en:

Ejercicios cardiovasculares por lo menos 3 veces por semana (caminata, caminata rápida, subir y bajar escaleras, bailar, etc.).

Ejercicios de fuerza 2 veces por semana (sentarse y pararse en una silla, pararse en puntas de pie, alzar bolsas de supermercado de acuerdo a su condición física, etc.).

Ejercicios de flexibilidad 2 a 3 veces por semana (estiramientos, yoga, taichi).

Alimentación saludable

Mantener una alimentación saludable, equilibrada, y variada que contenga todos los grupos de alimentos y nutrientes que el organismo necesita para preservar la salud y fortalecer el sistema inmunológico.

Consumir 5 porciones de frutas y verduras al día de distintos colores, preferentemente de producción nacional y de temporada, ya que son más económicas y tienen mejor sabor.

Preferir la leche y sus derivados descremados o bajos en grasa.

Consumir carnes magras y en mayor proporción carnes blancas (pollo y pescado) que carnes rojas. Antes de cocinar, retirar la grasa visible de las carnes rojas, y la piel de las aves.

Elegir formas de cocción como: hervido, a la plancha, al horno, al vapor, al tatakua.

Consumir legumbres y cereales integrales procedentes de grano entero (pan integral, pasta integral, arroz integral).

Mantenerse hidratado ingiriendo al menos 2 litros de agua al día.

Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados (envasados) que tienen alto contenido de grasas, azúcar y sal, como los embutidos, snacks, gaseosas, entre otros.

Reducir el consumo de sal. Reemplazar su consumo por hierbas y especias naturales como orégano, kuratú, laurel, azafrán, limón etc.

Evitar el consumo de bebidas alcohólicas.