Ministro indica que brote en penal de CDE está contenido

Luego de la intervención de autoridades del nivel central y de la Décima Región Sanitaria, por el brote del COVID-19 en el Penal de Ciudad del Este, se estableció la aplicación de protocolos y se determinó los pasos a seguir según el escenario presente. 



El Dr. Julio Mazzoleni, Ministro de Salud Pública y Bienestar Social, indicó que la situación en Penal de Ciudad del Este, donde se detectó un contagio masivo de COVID-19 en internos y guardia cárceles, está contenido y se establecerá el modelo de albergues, para sobrellevar los casos positivos.

En total, 104 personas dieron positivo al test (2 inicialmente y 102 en la siguiente toma de muestra), razón por la cual un equipo del nivel Central, conformado por el Viceministro Juan Carlos Portillo, el Dr. Guillermo Sequera, a más de funcionarios de la Región Sanitaria de Alto Paraná,  apoyaron en el desarrollo de los trabajos y la toma masiva de muestras #COVID19. Los resultados y reporte epidemiológico se entregan el fin de semana, según informó el Ministro de Salud.

“Los guardiacárceles están organizados por cuadrillas/turnos, fuera del penal se mantienen en albergues. Estamos relevando internos en grupos de riesgo para traslado si es requerido y contamos con área de internación del Hospital del IPS ante cualquier eventualidad”, refirió el titular de Salud.

En la víspera se informó que de un total de 130 muestras procesadas, 102 dieron positivo al test del COVID-19, entre ellos, 39 reclusos y 63 funcionarios. El Director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera dijo que esta cifra corresponde a más del 80% de las personas testadas, "eso habla que en este grupo poblacional existe una alta carga viral", declaró el médico.

La población penitenciaria asciende a 1.400, de los cuales 1.200 son presidiarios y el resto funcionarios. "Ahora el trabajo es testear a la familia, al entorno inmediato y contar con los datos sobre lo que hicieron en los últimos días, dónde estuvieron y con quién, y de esta manera armar el árbol de contagios. Esta investigación nos va a mostrar la dimensión real del brote", dijo el epidemiólogo.

Declaró que si bien la región del Este cuenta con capacidad para la investigación de casos, desde este jueves, un equipo epidemiológico de Vigilancia de la Salud se acoplará a la labor investigativa para agilizar el proceso de estudio. Hasta el momento, según indicó el profesional sanitario, no hay casos graves. Expresó que la mayoría de los infectados son jóvenes, asintomáticos o que refirieron síntomas muy leves.

Recordó que, a principios de este año, se percibía a Alto Paraná como el área de mayor riesgo para la dispersión del virus pandémico, “a pesar de ello, la gente colaboró y se tomaron las medidas”. Aseguró que este tipo de brotes forma parte de la cuarentena inteligente: “vamos a tener casos en diferentes regiones del país, de hecho, lo estamos teniendo”, reveló haciéndo énfasis del riesgo que conlleva la apertura de las diferentes actividades en la fase actual.

Aislamiento

El titular de Vigilancia de la Salud señaló que el aislamiento de los infectados con el virus se llevará a cabo en el Centro Penitenciario y tendrá el mismo manejo que el de un albergue. En tanto que, los adultos mayores y aquellos que cuenten con patologías de base serán apartados del resto del grupo, por ser la franja más vulnerable de enfermar gravemente por el virus pandémico.

Informó que de los 69 funcionarios del penal contagiados con COVID-19, 30 fueron derivados a albergues para cumplir con el aislamiento, ya que refirieron no contar con las condiciones adecuadas para realizar la cuarentena en el domicilio, el resto guarda aislamiento en la residencia familiar.

Testeos

En otro punto, el epidemiólogo indicó que seguirán efectuando los test para el diagnóstico del COVID-19 hasta llegar a toda la población penitenciaria, priorizando a aquellos que presenten tos, fiebre u otro signo o síntoma vinculado a la enfermedad.

Informó, además, que aprovecharán la oportunidad para hacer otros estudios a los presidiarios, como detección de la tuberculosis, diabetes y otras patologías típicas que refieren síntomas parecidos. “Es una oportunidad para hacer un screening masivo de la situación y poder estratificar el riesgo dentro de la prisión”, aseveró el doctor Sequera.