La introducción de la vacuna contra el COVID-19, impone nuevos desafíos en relación a la capacidad de almacenamiento y la necesidad de asegurar adecuadas temperaturas de conservación debido a las características de las nuevas vacunas.
Como parte de la cooperación técnica de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y la preparación del país para la introducción de la vacuna contra el COVID-19, se realizó la entrega de dispositivos precalificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los dispositivos consisten, por un lado, en cinco monitores de control remoto y temperatura modelo E006/0037, que son utilizados para el control remoto automático de temperatura en instalaciones de almacenamiento de vacunas u otros productos que requieren condiciones térmicas estrictas. Además, permiten el registro y el monitoreo en tiempo real de la temperatura y la humedad; así también, emiten alarmas acústicas en caso de que hayan alteraciones de temperatura fuera del rango esperado y envían señales de alerta a múltiples usuarios seleccionados a través del correo electrónico o por mensajes de sms. Cabe mencionar que, también permiten el registro automático de los datos de temperatura que luego, se transmiten de forma inalámbrica, a través del celular local o una computadora a un portal desde donde el usuario puede descargar y analizar los antecedentes históricos del comportamiento de la temperatura, permitiendo implementar medidas correctivas oportunamente. Por otra parte, entregó 1.450 datalogger Fridge-tag 2 E, para el 100% de los vacunatorios del país. Estos son monitores inteligentes para el control continuo de temperatura de vacunas y productos farmacéuticos sensibles, almacenados en refrigeradores y congeladores médicos. Miden la sensación térmica del ambiente a cada minuto y emiten también, una alerta acústica y visual cuando se excede el límite permitido, dando la posibilidad de tomar decisiones inmediatas a nivel local. Los datos precisos de temperatura registrados en los últimos 60 días también, pueden descargarse y obtener un reporte en PDF, que se genera automáticamente cuando el dispositivo se conecta a una computadora, permitiendo realizar el análisis del comportamiento térmico en el nivel local y enviar la información para su análisis en caso de sospecha de alteración de esta. Durante el acto, el representante de la OPS/OMS en Paraguay, Dr. Luis Roberto Escoto resaltó la preparación que viene realizando nuestro país para la campaña de vacunación contra el COVID-19 cuya implementación pone nuevos desafíos en relación a la capacidad de almacenamiento y la necesidad de asegurar y adecuar la temperatura de conservación. “La calidad aquí es el principio fundamental como así también la seguridad de las vacunas. Por ello, hoy como parte de la cooperación técnica de la OPS apoyamos la implementación del plan nacional de introducción de esta nueva vacuna con la entrega de estos dispositivos”, refirió el Dr. Escoto. El ministro de Salud por su parte, resaltó el trabajo desempeñado por el PAI en medio de los desafíos propios que ha traído consigo la pandemia, al mismo tiempo de destacar el esfuerzo que está realizando el Gobierno Nacional para la obtención de las vacunas. “El Gobierno Nacional está realizando una fuerte pelea diplomática para la obtención de las vacunas teniendo en cuenta la dificultad logística y de demanda que se tiene actualmente en todo el mundo. Necesitamos de velocidad para prepararnos ante un desafío histórico para la humanidad y nuestro país, por otro lado, tenemos que tener la resistencia de preservar siempre los elementos técnicos a la hora de las grandes decisiones”, expresó el Dr. Mazzoleni. Este aporte de la OPS contribuye a la modernización de la cadena de frío en el país, de acuerdo con estándares recomendados por la OMS para asegurar la calidad de las vacunas ofertadas a la población. El costo total de los equipos donados (más gastos de envío y desaduanaje) es de 134.861,50 dólares americanos La OPS/OMS recuerda que las vacunas son seguras, las vacunas salvan vidas. Es importante hacer vacunar a los niños para mantener eliminadas o controladas enfermedades tanto o más peligrosas que el COVID-19, como la Polio y el sarampión.