El sedentarismo, la oferta de comida rápida e incluso un ambiente estresante y tenso, pueden dar lugar a un entorno obesogénico que incentive a comer más.
Las personas con exceso de peso constituyen uno de los grupos más vulnerables en el contexto de la pandemia del COVID-19, puesto que tienen mayor riesgo de contar con una evolución desfavorable frente al virus. En Paraguay, el 58% de los adultos están con sobrepeso u obesidad y el 34,5% de los niños escolares y adolescentes. La obesidad, además de considerarse un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas, genera un sinnúmero de complicaciones a la salud. Se define como el exceso de grasa corporal total en relación con el peso corporal. Las causas de la obesidad son múltiples y complejas. La obesidad no es simplemente el resultado de comer en exceso. Existen una serie de factores asociados con la obesidad. A todos estos factores debe sumarse el ambiente en el cual se vive. Ambiente obesogénico Se describe a aquel ambiente que favorece el desarrollo de la obesidad o que estimula hábitos y comportamientos que conducen al exceso de peso. Es el conjunto de factores externos que nos rodean que pueden conducir al sobrepeso u obesidad. Un ambiente obesogénico puede ser aquel que estimule el sedentarismo por estar colmado de tecnología que facilita el "no esfuerzo humano" o bien, aquel que nos incentiva a comer más y de mala calidad. Un ambiente colmado de estímulos alimentarios como variedad de oferta de comida rápida, alimentos listos para consumir, trabajo sedentario o excesiva carga laboral sin la posibilidad de realizar actividad física, e incluso, un ambiente estresante y tenso, pueden ser propios de un entorno obesogénico. Tanto las emociones como la publicidad, la tecnología y demás factores del entorno pueden volver a nuestro ambiente en obesogénico y perjudicial para la salud, pues son determinantes de nuestra alimentación. Consejos para evitar o controlar un ambiente obesogénico: • Planificar y organizar, no sólo el menú a lo largo de la semana sino también, las compras. • Almacenar con cuidado, teniendo en cuenta que lo que está a la vista y al alcance se come. • Mantener el orden y la limpieza de la casa y cocina • Identificar emociones, pues éstas pueden alterar la conducta alimentaria. • Cuidar del descanso, respetando las horas de sueño cada día. • Buscar buena compañía. La familia o amigos pueden influir considerablemente en los hábitos. • Reducir tus horas de pantalla, pues de esta forma disminuye el tiempo sedentario de los días. Fuente: Health Educ Behav October 19, 2015 1090198115610571; International Journal of Obesity (2015) 39, 1401–1407; doi:10.1038/ijo.2015.70; published online 26 May 2015. Wansink B, Hanks AS, Kaipainen K. Slim by Design: Kitchen Counter Correlates of Obesity. Health Education & Behavior. 2016;43(5):552-558. doi:10.1177/1090198115610571