Mejorar la calidad de vida con hábitos saludables

A través de pequeñas acciones diarias se fortalece la adopción de estilos de vida saludables que ayudan a prevenir las enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares (hipertensión, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular), enfermedades respiratorias crónicas, diabetes y cáncer.

El Ministerio de Salud Pública recuerda la importancia de mantener un estilo de vida saludable, con alimentación saludable, consumo de frutas y verduras, hidratación correcta, realización de actividad física, evitar el tabaco en cualquiera de sus formas (cigarrillos, pipas y shishas), limitar o evitar el consumo de alcohol y descansar lo suficiente.  

La práctica del estilo de vida saludable favorece de innumerables formas al funcionamiento del cuerpo, de la mente y crea una barrera de prevención de enfermedades crónicas no transmisibles. En ese sentido, se emiten unos consejos prácticos para fomentar dicho estilo de vida:

 Más frutas y verduras

- Consumir cinco al día, entre frutas y verduras de diferentes colores, completando 5 porciones de estos alimentos.

- Optar por las frutas de temporada como bananas, frutillas, piña, pomelos, naranjas, sandía, melón, aguacate y otros. Preferentemente consumirlas en forma entera para aprovechar los nutrientes y fibra que aportan.

Disminuir el consumo de la sal 

- Eliminar el salero de la mesa.

- Reemplazar la sal por condimentos naturales como perejil, albahaca, romero.

- Leer las etiquetas de los alimentos y elegir aquellos con menos contenido de sodio.

Evitar grasas trans

- Evitar los alimentos con gran contenido de grasa como: papas fritas, pollos fritos, productos de pastelería, margarinas, chocolates. 

- Disminuir el consumo de carnes con alto contenido de grasa (sobre todo grasa visible) y sal como tocinos, enlatados y embutidos.

- Evitar productos procesados. 

Evitar el sedentarismo

- Realizar 60 minutos de actividad física. 

- Mantenerse activo, usar las escaleras, bailar, pasear al perro, andar en bicicleta, hacer pausas activas en las jornadas laborales. Caminar o practicar algún deporte. 

Todas estas decisiones y acciones saludables repercutirán de manera positiva en la salud y en el bienestar.