Esta enfermedad es altamente contagiosa y afecta, principalmente, a menores de 5 años.
La poliomielitis, o comúnmente llamada polio, es una enfermedad causada por el poliovirus que puede causar la muerte o parálisis. La parálisis puede durar toda la vida. La gran mayoría de las infecciones por poliovirus no producen síntomas, pero de 5 a 10 de cada 100 personas infectadas con este virus pueden presentar algunos síntomas similares a los de la gripe. La polio afecta principalmente a menores de 5 años, no tiene cura, pero es prevenible por vacunación. Los niños, desde los 2 meses y hasta los 4 años deben ser vacunados, pero tienen tiempo de completar el esquema de vacunación hasta los 6 años, con las dosis recomendadas de la vacuna contra la polio. Cabe recordar que, desde enero del 2020, se utiliza el esquema de 2 dosis IPV + 3 dosis de bOPV en el esquema regular de vacunación, tras la aprobación del COTENAI, de que todos los países contaran con esquemas de vacunación de al menos 2 dosis de IPV. En mayo de 2020, tras el consenso elaborado por el Comité Técnico Asesor de Inmunizaciones y el Programa Ampliado de Inmunizaciones, para la sostenibilidad de la vacunación durante la pandemia del COVID-19, se recomienda el siguiente esquema de vacunación: a los 2 meses (IPV), 4 meses (IPV), 6 meses (IPV), 18 meses (bOPV) y 4 años de edad (bOPV). En la región de las Américas no hay casos de poliomielitis desde 1991 pero, si las personas no están vacunadas, puede que el virus reaparezca, porque todavía existe en algunos países del mundo.