Una alimentación poco saludable y la inactividad física son las principales causas de la obesidad. Ésta a su vez, es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades no transmisibles como la diabetes, el cáncer y enfermedades del corazón.
La alimentación es uno de los principales factores condicionantes de la salud, y es un acto fundamental para proporcionar nutrientes y energía para el rendimiento en el día a día. Cabe señalar que, las necesidades nutricionales varían para cada persona en función a su edad, sexo y otras condiciones individuales, así como del tipo de actividades físicas y laborales que realiza. El consumo de calorías que precisa una mujer adulta que realiza actividad física moderada, es de alrededor de 1.800 por día y, en el hombre entre 2.000 a 2.200, por lo que es fundamental no excederse, puesto que el exceso de las mismas se deposita en el cuerpo en forma de grasa corporal, induciendo al incremento de peso y por ende, podría llegar a producir la obesidad. La obesidad es una enfermedad que provoca daño al organismo y constituye un factor de riesgo para enfermedades crónicas no transmisibles, que pueden aparecer incluso a edades tempranas de la vida, dando lugar a la hipertensión, diabetes, enfermedades respiratorias, varios tipos de cáncer, entre otras enfermedades. En este contexto, se recomienda cuidar el tamaño de las porciones que uno consume, alimentarse de manera saludable, respetar un tiempo y horario para comer, hidratarse con agua y realizar actividad física con el fin de estar en un peso saludable, mejorar el rendimiento físico y mental, y evitar enfermedades. Para mantener un peso saludable y evitar enfermedades relacionas a la obesidad: - Consumir cinco porciones de frutas y verduras al día, de diferentes colores. - Consumir agua potable (al menos 8 a 10 vasos) en lugar de bebidas azucaradas. - Realizar 30 a 60 minutos de actividad física por día. - Leer la información nutricional de las etiquetas de los alimentos envasados y bebidas, y elegir aquellos con menos contenido de sal, azúcar, grasas y calorías. - Evitar el consumo de alimentos procesados, frituras y alimentos con alto contenido en grasa. - Evitar el tabaco y el alcohol. Importante Las ensaladas siempre deben estar presentes en la mitad del plato. La otra mitad se completa con proteínas (carnes magras, vacuna, de pollo, pescado, huevo) y carbohidratos preferentemente complejos (arroz, fideos, papa, batata, mandioca, harina de maíz). La bebida ideal para acompañar la comida es el agua, y como postre se puede optar por una fruta de estación.