Tras el nacimiento del bebé, la madre comienza a segregar el calostro, un líquido de color amarillento, de alto valor nutritivo, que aporta beneficios únicos, exclusivos y adecuados para el recién nacido.
A través de la campaña “28 días, tiempo para cuidar y amar”, la OPS y su Centro Latinoamericano de Perinatología (CLAP) apuntan a incrementar el conocimiento, las habilidades y la autoconfianza de las madres, familias y los cuidadores de recién nacidos, a concienciar a profesionales de la salud sobre la importancia de las buenas prácticas de cuidado de los recién nacidos y fomentar la toma de decisiones asertivas para reducir la mortalidad neonatal. En ese contexto, diariamente se expondrán aspectos fundamentales para la vida de los bebés desde su nacimiento. Uno de ellos es lactancia temprana y exclusiva. El contacto piel a piel en la primera hora de vida facilita que el bebé mantenga su temperatura, reconozca los sonidos ‒también las voces‒, se tranquilice y alcance la meta que el olfato y la vista le señalan: el pecho materno. En esta posición, con el tiempo necesario, desarrollan una actividad que los lleva a iniciar la succión al pecho alrededor de una hora después de nacer. Es muy importante permitirles iniciar la lactancia en cuanto den señales de estar preparados para ello, sin forzarlos, y no interrumpir este momento hasta que finalice la ingesta de calostro, un líquido de color amarillento, de alto valor nutritivo, que aporta beneficios únicos, exclusivos y adecuados para este momento. La ingesta de calostro es de trascendental importancia para los recién nacidos. La madre va aumentando la producción de leche durante las primeras horas y días después del parto, con el estímulo de la succión del bebé al pecho. Es muy importante que los bebés reciban exclusivamente la leche de su madre y que solo succionen el pecho materno. Cuando los ingieren otros líquidos o alimentos, sienten menos apetito por la lactancia, disminuye su demanda para ser amamantados y, como consecuencia, disminuye la producción de leche en la glándula mamaria. La succión de objetos que no sean el pezón puede confundirlos. Es recomendable que la lactancia se inicie cuanto antes luego del nacimiento, que el bebé succione únicamente el pecho materno y que ingiera el calostro. Luego, la leche de su madre de manera exclusiva.