Favorece la salud cardiopulmonar, la fuerza muscular, flexibilidad, equilibrio y, en la prevención y tratamiento de enfermedades, al igual que en la ansiedad y la depresión; potencia además el sistema inmunológico.
Cada 18 de febrero se recuerda el Día mundial del síndrome de Asperger. El Asperger se encuadra dentro de los trastornos generalizados del desarrollo descrito por primera vez por el psiquiatra alemán Hans Asperger (1994), pero recién fue catalogado dentro de la categoría del trastorno del espectro autista (TEA), en el 2013. Aproximadamente el 1% de la población mundial tiene algún TEA, según CDC (Centro de control y prevención de Enfermedades - USA 2016), siendo más frecuente en varones. La Dra. Mirta Ortiz, de Promoción de la Actividad Física del Ministerio de Salud afirma que la práctica de actividad física y los deportes están recomendados tanto para las personas con Asperger, al igual que para toda la población por sus múltiples e importantes beneficios a la salud. Entre ellas describe: mejora la condición física en sus diferentes componentes básicos para la salud, como la capacidad cardiopulmonar, fuerza muscular, flexibilidad y equilibrio que contribuirán a prevenir y tratar enfermedades no transmisibles como obesidad, problemas cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, algunos tipos de cáncer, afecciones respiratorias y osteoporosis, al igual que la ansiedad y la depresión. Colabora en la prevención de afecciones neurológicas degenerativas como Alzheimer y Parkinson, además de potenciar el sistema inmunológico. Recomendaciones especiales Para la práctica de actividad física y deportes en personas con síndrome de Asperger es importante: 1. Planificar la hora de clase y explicar al alumno lo que se realizará. 2. Exponer previamente las normas de juego o deporte mediante dibujos simples como apoyo visual. 3. Estar atento a los posibles conflictos y malentendidos. En caso de que se produzcan, escuchar la versión de la persona con Asperger, porque siempre hay una razón por la que actúan así y puede que hayan entendido de manera equivocada. 4. Ajustar las exigencias físicas a sus posibilidades, pues necesitan el trabajo motor para mejorar sus dificultades y que no se desmotiven para continuar. 5. Hacer todo lo posible para que disfruten de la clase de Educación Física o deportes, que esta sea divertida para que quieran volver a practicarla. 6. Si se niegan a hacer alguna actividad, dar alguna tarea o responsabilidad dentro de la misma, para que siga formando parte del grupo y del momento por ej. Encargarse de los materiales de juego, ayudar a anotar datos en las planillas de asistencia o de aprendizaje del Profesor de Educación física.