Es más que una bebida, es un intercambio de sucesos, es dedicar un poco de tiempo al otro, es una excusa para compartir, así como un momento de relax e inspiración, dependiendo de si se toma o no en compañía.Hoy, 26 de febrero, se recuerda el “día nacional del tereré”.Por el contexto actual del COVID-19, a la hora de consumir esta bebida, se recomienda no compartir guampa ni bombillas y mantener la distancia física.
Si bien la forma de tomar el tereré varía de persona a persona, lo cierto es que, cuando se consume esta bebida tradicional analcohólica del Paraguay, es el momento ameno del día, puesto que, cuando se toma con otras personas, siempre hay un intercambio de anécdotas y opiniones que fortalece los vínculos. El tereré es una razón para disfrutar del instante, aun tomando solos, se disfruta de la compañía de uno mismo; dependiendo de la ocasión, resulta una herramienta de inspiración para seguir trabajando, o de relajamiento, si se está descansando. Algunas personas lo consumen con abundante hielo y con pohã ro´ysã o remedio refrescante. Cada hierba provee beneficios para la salud relacionados a la sabiduría popular, que se ha transmitido de generación en generación y deriva, además, de distintos rincones del país. Entre los más conocidos se encuentran el tarope, kapi´i kati, perdudilla, menta´i, ajenjo, jaguarete ka´a, para para´i agrial y otros. Lo que se debe tener en cuenta a la hora de preparar el tereré y utilizar el pohã ñana es que éstos, generalmente, son recolectados del suelo o de árboles, entonces deben ser correctamente lavados para evitar que sean vehículos de sustancias que puedan enfermar. Por lo general, el tereré se puede preparar en una jarra, ya sea de aluminio, de plata, de plástico o en termo, donde se mezclan el agua helada con el pohã ñana (si así se prefiere), que previamente fue triturado en un mortero (angu´a). Luego se sirve en una guampa cargada con yerba mate (Ilex paraguariensis) y se succiona una vez agregado el agua con una bombilla introducida en la yerba mate. El tipo de yerba utilizada también puede variar. Hoy día existe una gran variedad de producción de yerba para el tereré, variando desde las más sencillas, llamadas compuestas sin hierbas medicinales, con hierbas medicinales, sin palo, con palo, algunos inclusive con publicidad medicinal, energizante, calmante o adelgazante. Parte del ritual o costumbre en el consumo de esta bebida, es que el primer sorbo sea ofrecido al Paí Zumé o Santo Tomás, considerado el Santo Patrono de la yerba mate. Para ello, se ceba el agua sobre la yerba sin humedecer, con el objetivo que la yerba seca absorba casi todo el líquido, humedeciéndose. Otra costumbre es realizar el tereré “rupa”, que consiste en comer un alimento salado durante la media mañana antes de consumir el tereré. Aunque está muy arraigado el consumo de opciones fritas, en lo posible, se debe optar por alimentos saludables para ese momento. También es bueno recalcar que el consumo del tereré no debe ser considerado para reemplazar la ingesta de agua que se necesita beber para lograr que el organismo pueda realizar el balance, sobre todo en esta época de mucho calor. El tereré fue declarado como Patrimonio Cultural Paraguayo, mediante la Ley N° 4.261/2011; en el mismo documento que también establece al último sábado de febrero como “El día nacional del Tereré”. Cabe mencionar que existe una variante del tereré poco conocida, el “Tereré ruso”, consumido en Itapúa, al sur de la Región Oriental del Paraguay. Este departamento fue el lugar que recibió a esclavos rusos inmigrantes que, posteriormente, tuvieron participación en la guerra del Chaco. Estos reemplazaron el agua y las hierbas del tereré por jugo de frutas cítricas como, por ejemplo, naranja, gaseosa cítrica o té helado; y lo consumían con yerba de palo entero, porque tenían la creencia de que no provocaba indigestión. Durante la Guerra del Chaco, entre los años 1932-1935, la historia menciona que los soldados paraguayos utilizaron el consumo del mate frío para no encender fuegos que delataran su posición, y la bebida se hizo famosa en el país cuando los soldados veteranos del Chaco la introdujeron en su vida cotidiana. El origen del nombre de esta bebida es onomatopéyico; es decir, “tereré” hace mención a los últimos tres sorbos que se realiza al succionar la bebida. No obstante, Carlos Cacciavillani sugiere que es de origen latín y, por lo tanto, se trataría de una palabra de creación jesuítica adaptada al guaraní, lo que explica el acento en la última sílaba. La traducción oficiosa al español del tereré sería “consumo del té en ronda”, derivado del guaraní “jeré”, el cual significa “ronda”. Si bien es una tradición propia de los paraguayos tomar el tereré en ronda de amigos, considerando la situación actual de la pandemia por COVID-19, se recuerda la recomendación del Ministerio de Salud Pública, de mantener la distancia física y no compartir guampa ni bombillas; es decir, que quien opta por tomar tereré, debe realizarlo de su propio equipo de consumo, extremando los cuidados para no enfermarse ni contagiar la enfermedad.