La toma de presión es una herramienta para el diagnóstico oportuno de la hipertensión, factor de riesgo asociado a enfermedades cardiovasculares, primera causa de muertes prematuras.La hipertensión puede prevenirse y controlarse con un estilo de vida saludable.
Conocer los niveles de presión arterial puede alertar sobre la necesidad de modificar malos hábitos de vida, prevenir la ocurrencia de un accidente cerebrovascular (derrame) o un infarto, y, en consecuencia, reducir el riesgo de mortalidad prematura. ¿Quiénes deben tomarse la presión? Toda persona que padezca de hipertensión y aquella que desconoce su nivel de presión arterial, debe realizar el control de la misma. La hipertensión arterial más conocida como “presión alta”, se caracteriza por la elevación persistente de la presión arterial a cifras mayores o iguales a 140/90 mmHg. La hipertensión es tanto prevenible como tratable. Para disminuir las posibilidades de padecer un incremento de la presión, se aconseja: • Reducir el consumo de sal. • Tener un régimen alimentario saludable y balanceado. • Evitar el tabaco y el consumo nocivo de alcohol. • Mantenerse físicamente activo. • Mantener un peso corporal saludable.