Los factores principales para el desarrollo de la obesidad y otras enfermedades asociadas son la alimentación poco saludable y la falta de actividad física.
La obesidad es una enfermedad crónica que se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa, padecerla predispone a la persona a desarrollar otras enfermedades, como hipertensión arterial, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer y problemas articulares. Además, esta enfermedad progresiva afecta aspectos biológicos, psicológicos y sociales de la vida de un individuo. Se asocia a un incremento de la mortalidad y de la disminución de la calidad de vida de quien la padece. La obesidad ocurre principalmente por comer más de lo que el cuerpo necesita y por no realizar suficiente actividad física. El consumo excesivo de productos con muchas calorías, grasas, sal y azúcar (ultra procesados), así como el bajo consumo de frutas y verduras, favorecen al desarrollo de obesidad y otras enfermedades asociadas. En este contexto, el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) recuerda que, para prevenir este mal, es importante adoptar estilo de vida saludable desde temprana edad, y mantenerlos a lo largo de la vida. Esto incluye la alimentación saludable, la hidratación correcta, el buen descanso y la práctica de actividad física. Consejos para prevenir la obesidad - Realizar cinco comidas al día, esto es desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena. - Aumentar el consumo de verduras crudas con el almuerzo y la cena. - Tomar, como mínimo, dos litros de agua potable, distribuidos en alrededor de ocho vasos al día. - Comer de manera lenta y tranquila, siempre que se pueda en compañía. - Descansar entre siete a ocho horas por la noche. - Consumir tres frutas enteras al día, las que se puedan con sus cáscaras, en el desayuno, media mañana y merienda. - Preferir alimentos en su estado natural, así como las comidas hechas en casa, evitando las frituras y embutidos. - Limitar el consumo de productos procesados, como los enlatados y envasados, comidas rápidas como papas fritas, pizzas, hamburguesas, galletitas, bebidas azucaradas, entre otros. - Realizar actividad física de intensidad moderada 30 a 60 minutos por día. - Cuidar su salud mental, enfocándose en su bienestar; evitando exceso de información negativa o problemas. Ejemplo de alimentación durante el día con alimentos frescos - Desayuno: banana con yogur y avena. - Media mañana: rebanadas de piña y sandía. - Almuerzo: arroz kesu, con bife de carne y ensalada fresca. - Merienda: dos frutas de estación. - Cena: una porción de tarta de pollo con ensalada de lechuga, cebolla y tomate.