En este escenario, aparecen en escena la desinformación y los rumores, junto con la manipulación de la información con intenciones dudosas. En la era de la información, este fenómeno se amplifica mediante las redes sociales, propagándose más lejos y más rápido, como un virus, y puede afectar a la salud.
Según la declaración de la OMS, el brote de COVID-19 y la respuesta correspondiente han estado acompañados de una infodemia masiva, es decir, de una cantidad excesiva de información, en algunos casos correcta, en otros no, que dificulta que las personas encuentren fuentes confiables y orientación fidedigna cuando las necesitan. En un contexto como el del COVID-19, la desinformación y la información falsa o incorrecta, pueden afectar en gran medida todos los aspectos de la vida, en particular la salud mental, habida cuenta de que las búsquedas en internet de información actualizada sobre la enfermedad se disparan en todas las generaciones. En una pandemia, la desinformación puede afectar negativamente la salud humana. Por ello, el acceso a la información correcta, a través de fuentes confiables, en el momento oportuno y en el formato correcto, es decisivo. En la Declaración sobre la XIII reunión del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional, en relación con la pandemia de la enfermedad por coronavirus de la OMS, en uno de los apartados, el Comité destacó la desinformación persistente relacionada con muchos aspectos de la respuesta a COVID-19, en particular los peligros que plantea la desinformación generalizada sobre la vacunación, las dudas sobre las vacunas y la convergencia de los esfuerzos organizados contra la vacunación en muchos países. En Paraguay, varias de las medidas sobre el manejo de la pandemia fueron flexibilizándose con el paso del tiempo, pero uno de los factores que no salieron favorecidos es el de las vacunas, que sí tiene un retroceso en cuanto a porcentaje de coberturas de vacunación. Según el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), las cifras de vacunación indican muy poca variedad desde hace algunas semanas, las personas vacunadas con la primera dosis llegan a 3.998.299 (59 %), con la segunda dosis 3.533.561 (52 %), con el primer refuerzo 1.624.393 (20 %) y, con el segundo refuerzo o cuarta dosis, a 322.849 (5 %), llegando así a 9.479.102 dosis aplicadas. En el país, la anticovid-19 se aplica a personas a partir de los cinco años de edad, siendo considerado esquema completo con dos dosis. Desde los 12 años en adelante, se incluye la tercera dosis o primera dosis de refuerzo y, desde los 18 años, ya es posible acceder a la cuarta dosis o segundo refuerzo. La vacunación se realiza en todos los vacunatorios. Para conocer el listado de los vacunatorios disponibles, visite el siguiente enlace www.vacunate.gov.py Es importante recordar que la ciudadanía tiene disponible el servicio de la línea 138, de lunes a viernes, de 07:00 a 18:00, y los sábados de 07:00 a 12:00. Se puede contactar de forma gratuita desde cualquier teléfono, línea baja o celular, de todo el territorio nacional.