Los lactantes y niños/as pequeños/as son más vulnerables a presentar cuadros de deshidratación. Las personas adultas deben consumir en promedio 2 litros o más de agua por día equivalentes a 6-8 vasos, y los niños 1.5 litros equivalentes a 5-6 vasos. Es muy favorable facilitar la disposición una fuente de agua apta para beber, sobre todo en espacios de concurrencia.
La deshidratación es un cuadro bastante frecuente en esta época del año debido a las altas temperaturas, porque el organismo requiere una mayor cantidad de minerales y oxígeno para conservar la temperatura del cuerpo. El calor extremo de nuestro verano hace que la cantidad de agua perdida por el organismo, sobrepase la cantidad de consumo habitual. Como padres o adultos responsables del cuidado de los niños, es importante proveer y organizarse con un termo o botella de agua fresca y facilitar el acceso al vital líquido tanto en el hogar como fuera de casa. Esto, acompañado de un hábito de beber constantemente agua a lo largo del día, ayudará a mantener la hidratación correcta. Es determinante enseñar a los niños y niñas que no deben esperar a sentir sed para hidratarse, ya que la sed es un signo o indicador de un principio de deshidratación. Además, se debe insistir en el consumo de frutas y verduras frescas de estación; tales como pera, melón, sandía, uvas, piña, y verduras crudas. Es aconsejable también disminuir el consumo de alimentos muy azucarados y ultraprocesados, ya que éstos aportan excesiva cantidad de sodio, el cual causa retención de líquidos. Recomendaciones para evitar cuadros de deshidratación. Ingesta de agua recomendada en promedio. Para los adultos, se recomienda unos 2 a 2,5 litros por día; o lo que serían 6 a 8 vasos o más diarios. Por otra parte, para los niños se recomienda entre 1 a 1,5 litros por jornada, unos 5 a 6 vasos o más diarios.