A lavarse las manos para proteger y protegerse

Las manos son el vehículo de muchos microorganismos, como virus, bacterias y, en muchas ocasiones, hasta de parásitos, por lo que es fundamental limpiarlas con frecuencia.
De esta manera, nos protegemos y protegemos a nuestros seres queridos.


Según refieren los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), diversos estudios han demostrado que, con el simple acto de lavarse las manos, se puede prevenir uno de cada tres enfermedades diarreicas, al igual que, uno de cada cinco enfermedades respiratorias, como el resfrío o la gripe (influenza), incluyendo COVID-19.

Cuando las manos no se higienizan o no se lavan correctamente, los microorganismos que no se eliminaron pueden llegar a los alimentos y a las bebidas en el momento en que las personas los preparan o los consumen. Estos microorganismos pueden multiplicarse en algunos tipos de alimentos o bebidas y producir enfermedades. Así también, los microorganismos pueden transferirse a otros objetos, como las manijas de las puertas, las mesas o los juguetes y, luego, pasarse a las manos de la persona que haya tocado los objetos.

Para la higiene correcta de manos

- Las manos húmedas se deben cubrir con jabón y frotar toda la superficie incluida las palmas, el dorso, entre los dedos y especialmente debajo de las uñas, por lo menos veinte segundos. 

- Luego, se deben enjuagar bien con agua corriente (es preferible usar agua corriente o echarse agua antes que usar el agua dentro del recipiente) y secarlas, ya sea con una tela limpia, o toallas desechables.

- El uso de alcohol en gel no reemplaza al lavado de manos con agua y jabón. Si bien constituye una alternativa de desinfección, su mala utilización puede ser perjudicial para la salud.

- Expertos sanitarios alegan que el lavado seco o con alcohol en gel inmoviliza a los microbios e impide que puedan trasladarse a las superficies, objetos o personas.

- Se puede utilizar en circunstancias donde no se tiene acceso al agua y al jabón y, luego, debe ser complementado con agua y jabón. 

Recomendaciones a la hora de lavarse las manos

- No usar jabón en pan, lo ideal es cortar en pequeños pedazos, usarlo una vez y luego desecharlo.

- Al estornudar, cubrirse con el codo y no con la mano, de manera a evitar la dispersión de virus y bacterias.

- Para un buen lavado de manos, hay que hacerlo en las palmas, el dorso y debajo de las uñas. 

Los momentos claves del lavado de manos son los siguientes: 

- Antes, durante y después de preparar alimentos.

- Antes de comer, desayunar, almorzar, merendar o cenar.

- Antes y después de atender a alguien que esté enfermo en la casa.

- Después de ir al baño.

- Después de cambiar pañales a un/a niño/a o limpiarlo/a después de que haya ido al baño.

- Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.

- Después de haber tocado animales, alimento para animales o excrementos de animales.

- Después de tocar basura.

- Después de jugar, por ejemplo, a la pelota.