El almacenamiento a elevadas temperaturas, y fuera de las consideradas como seguras para su conservación, aumentan el riesgo de contraer enfermedades trasmitidas por alimentos (ETA), siendo los síntomas más comunes, náuseas, vómitos, cólicos estomacales, escalofríos y diarrea.
Las enfermedades trasmitidas por alimentos (ETA) son causadas por microorganismos patógenos o sus toxinas, así como elementos químicos en cantidades que afecten la salud. Los microorganismos se pueden multiplicar con mucha rapidez si los alimentos que requieren mantener la cadena de frío para su conservación se mantienen a temperatura ambiente, sin embargo, estas enfermedades se pueden prevenir con una manipulación apropiada y cumpliendo una serie de recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las cuales son: 1. Mantener la limpieza. 2. Separar alimentos crudos y cocinados. 3. Cocinar completamente los alimentos. 4. Mantener los alimentos a temperaturas seguras. 5. Usar agua y materias primas seguras. Es de vital importancia conservar los alimentos a temperaturas seguras hasta el momento de servirlos, ya sean alimentos como ensaladas, que se consumen directamente (en especial si tienen mayonesa), o aquellas comidas elaboradas que deben recalentarse hasta alcanzar la temperatura de cocción. Las comidas preparadas que no se consumieron deben ser almacenadas en la heladera inmediatamente, a fin de mantenerlas a temperatura segura y evitar mantenerlas a temperatura ambiente. Se deben colocar los alimentos en recipientes limpios y con tapa, pudiendo utilizar papel film para cubrirlos si los recipientes no cuentan con tapa. Estas preparaciones se pueden conservar hasta 48 horas en la heladera. Si contienen papas, cremas o huevos, un tiempo máximo de hasta 24 horas. Los alimentos no deben permanecer fuera de la heladera por más de dos horas antes de ser consumidos, recalentados, refrigerados o colocados en el freezer. Al realizar las compras o si los alimentos serán transportados fuera de la casa (festejos, playa, paseos etc.), se debe tener en cuenta que, especialmente los alimentos que necesitan refrigeración deben mantener la cadena de frío, pues en verano los alimentos son más susceptibles a su descomposición. En caso de corte de electricidad, tratar de no abrir constantemente la puerta de la heladera, ya que allí la conservación de los alimentos es segura hasta aproximadamente cuatro horas durante un apagón. Sobre los alimentos y las temperaturas - Se consideran temperaturas seguras las que se encuentran debajo de 5 °C o encima de los 65 °C. - Cocinar completamente los alimentos, hasta alcanzar una temperatura de 70 °C, especialmente las carnes rojas, la carne de ave, los huevos y el pescado. - Asegurar que los alimentos han alcanzado los 70 ° C, con el uso del termómetro. - Recalentar completamente los alimentos cocinados, hasta 70 °C, antes de su consumo. - Una cocción inadecuada de los alimentos, donde no se alcance la temperatura de 70 °C, no garantiza su inocuidad para el consumo. - Si no se dispone de termómetro, cocinar las carnes rojas y de ave hasta que los jugos sean claros y el interior deje de estar rosado.