En el consultorio de nefrología del Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu” aumentan las consultas por disfunción vesical, trastorno que puede deberse a varios factores, entre ellos la no neurogénica, causada debido a la retención de la orina constantemente y por tiempo prolongado cada vez que el cuerpo manifiesta esa necesidad.
En el día mundial del riñón, hablamos sobre uno de los motivos más frecuentes de consulta: ¿Por qué los niños se atajan las ganas de orinar? El Dr. Miguel Franco, nefrólogo pediatra del Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, cuenta que una de las razones más frecuentes es el no querer dejar de jugar; el entretenimiento en pantallas –tv, Tablet, teléfonos móviles-, más aún si se tratan de juegos en línea, hacen que los niños retengan durante horas las ganas de miccionar. Esta práctica, aparentemente inocente, puede causar problemas en la función renal, si se vuelve un hecho recurrente. El riñón es el órgano que depura las toxinas de la sangre que el cuerpo elimina finalmente a través de la orina. El líquido queda en la vejiga hasta que el cerebro recibe la orden de desechar, pero si esto no sucede, la vejiga almacena más cantidad de la que puede y eso podría ocasionar fallas en los riñones. En el consultorio de nefrología del hospital pediátrico, entre los motivos de consultas a causa de esta situación están las infecciones urinarias recurrentes que, en caso de afectar los riñones, podría causar fiebre y escalofríos, dolor de espalda, vómitos, náuseas; enuresis, orinar de forma involuntaria durante el sueño; incontinencia urinaria, cuando se pierde el control de orinar; y, en los niños más grandes, disuria y dolor al orinar. La retención excesiva de orina también predispone, en caso de existir una predisposición metabólica, la formación de cálculos renales. Cuando los pacientes llegan a consultorio, el médico descarta las causas orgánicas de este tipo de disfunciones, planifican tratamiento y seguimiento al paciente, dan consejos de prevención y de nefroprotección. Estas son algunas recomendaciones para mantener sanos a los riñones: