Cuidar de la salud, ¿por dónde empezar?

Para el buen funcionamiento del organismo, es fundamental una alimentación saludable, nutritiva y balanceada. 
Se recomienda incorporar un plato de ensalada de verduras en el almuerzo y la cena, además de consumir tres frutas en el transcurso del día.


Un estilo de vida saludable, que incluye la práctica de actividad física, un buen descanso y una alimentación saludable aportan beneficios claves a la salud porque ayudan a prevenir enfermedades no transmisibles, como diabetes e hipertensión arterial, además de otorgar una mejor calidad de vida.

En este sentido, cabe recordar la importancia de consumir cinco porciones de frutas y verduras todos los días. Las frutas son ricas en fibra y aumentan la sensación de saciedad, además son fuente importante de vitaminas, minerales y antioxidantes, que ayudan a reforzar el sistema inmunológico.

Cuando compre frutas, las de estación son una buena opción, como así también las cítricas, que siempre son recomendadas. Las verduras y hortalizas igualmente aportan un refuerzo, como es el caso de la lechuga, pepino, tomate, entre otras.

Igual de importante es mantenerse bien hidratado, mediante el consumo diario de dos a tres litros de agua. Este líquido es irreemplazable, tanto los jugos como las bebidas azucaradas no hidratan.

Otras recomendaciones: 

- Disfrute de las comidas o platos especiales con moderación, cuidando las porciones. Coma despacio, ya que masticar bien los alimentos facilita una buena digestión.

- Reduzca el consumo de alimentos con alto contenido calórico de grasas y azúcares. En lo posible, opte por alimentos naturales.

- Disminuya el consumo de sal en los alimentos, ya que su abuso puede inducir al incremento de la presión arterial, retención de líquidos y al desarrollo de problemas cardiovasculares y renales.

- Limite lo más posible el consumo de bebidas alcohólicas, evite la ingesta de bebidas entre comidas, puede beber antes de ingerir los alimentos.