Instituciones y sociedades científicas del ámbito de la alimentación y la salud de nuestro país analizaron el alcance de las recomendaciones, condicionadas a personas sin diabetes mellitus, recientemente difundidas por la OMS sobre el uso de edulcorantes no calóricos, y emitieron un documento técnico con sugerencias locales para la población portadora y no portadora de esta enfermedad.
En su calidad de autoridad mundial en materia de salud pública, comprometida a afrontar el reto de las enfermedades crónicas no transmisibles, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se esfuerza por apoyar a sus Estados miembros, proporcionando orientaciones basadas en evidencia científica. En ese contexto, el Grupo Asesor de Expertos en Orientación Nutricional (NUGAG), Subgrupo sobre Dieta y Salud, de la OMS, ha elaborado un documento de directrices sobre el uso de edulcorantes no azucarados (ENA), con el objetivo de proporcionar orientaciones basadas en pruebas sobre el uso de ENA por parte de los consumidores.
En dicho documento, sugiere que los edulcorantes sin azúcar no se utilicen como medio para lograr el control del peso o reducir el riesgo de enfermedades no trasmisibles. Dichas sugerencias constituyen “recomendaciones condicionales”, atendiendo a la necesidad de mayores estudios en ese aspecto. Las mismas han sido realizadas para personas sin diabetes mellitus.
Al respecto, a nivel nacional, se reunieron representantes de instituciones y sociedades científicas para analizar dichas sugerencias y llegaron a un consenso, expidiendo un documento que detalla las recomendaciones para la población local.
“Consideramos que los edulcorantes actualmente registrados por los organismos previstos para su evaluación, normatización y vigilancia cumplen extensamente con los requisitos de seguridad farmacológica requerida por estándares internacionales (CODEX ALIMENTARIUS), por tanto, podrán continuar siendo utilizados, teniendo en cuenta siempre la recomendación diaria de ingesta, enfatizando en que su consumo forma parte de un conjunto de estrategias destinadas a prevenir la morbimortalidad de las enfermedades crónicas no transmisibles, tales como, normalizar el peso y la masa grasa a través de una alimentación sana y equilibrada, incentivar la práctica regular de ejercicio físico, abandono del hábito tabáquico, lograr un adecuado sueño nocturno y optimización de parámetros como la glucemia, presión arterial y lípidos”, refiere el documento.
Igualmente, hace énfasis en los objetivos de las recientes recomendaciones de la OMS. “Apreciamos y reconocemos positivamente el esfuerzo de la OMS por brindar orientación a los responsables de formular políticas públicas sobre el consumo de edulcorantes sin azúcar, sin embargo, creemos que es importante considerar estas recomendaciones basadas en el sustento científico, de acuerdo con el contexto local”.
Recomendaciones a nivel país
Para la población NO portadora de diabetes mellitus
Ha sido extensamente reconocida la asociación entre el consumo de azúcar y el aumento de riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y caries dental, por tanto, se recomienda:
• INCORPORAR los distintos sabores existentes dentro de la alimentación diaria, con el objetivo de minimizar el tenor dulce del hábito alimentario.
• DISMINUIR al máximo el consumo de azúcares libres, azucares añadidos a alimentos procesados y bebidas, así como los presentes en forma natural en la miel, jarabes y jugos de frutas, como parte de un patrón alimentario saludable y equilibrado.
• REEMPLAZAR el consumo de bebidas azucaradas, como gaseosas, jugos de frutas, bebidas energéticas e isotónicas por agua, infusiones, mate, tereré.
• En caso de utilizar edulcorantes, serán de elección aquellos debidamente registrados, consumidos como parte de un plan alimentario, teniendo en cuenta siempre la recomendación diaria de ingesta, enfatizando en que su consumo forma parte de un conjunto de estrategias destinadas a prevenir la ocurrencia de las enfermedades crónicas.
Para la población portadora de diabetes mellitus
El uso de edulcorantes no azucarados en sustitución de productos azucarados puede reducir la ingesta total de calorías y carbohidratos, siempre que no se produzca un aumento compensatorio de la ingesta energética procedente de otras fuentes, por tanto, se recomienda:
• INCORPORAR los distintos sabores existentes dentro de la alimentación diaria, con el objetivo de minimizar el tenor dulce del hábito alimentario.
• REEMPLAZAR el consumo de bebidas azucaradas como gaseosas, jugos de frutas, bebidas energéticas e isotónicas por agua, infusiones, mate, tereré.
• En caso de utilizar edulcorantes, serán de elección aquellos debidamente registrados, consumidos como parte de un plan alimentario, teniendo en cuenta siempre la recomendación diaria de ingesta, enfatizando en que su consumo forma parte de un conjunto de estrategias destinadas a prevenir la ocurrencia de las enfermedades crónicas.
El documento técnico del consenso nacional sobre el uso de edulcorantes no calóricos en el Paraguay fue elaborado en mayo del 2023, en conjunto entre las siguientes instituciones: Programa Nacional de Diabetes y validado por representantes de Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), Comité Nacional del Codex Alimentarius Paraguay (CONACAP), Sociedad Paraguaya de Endocrinología y Metabolismo (SPEM), Sociedad Paraguaya de Diabetes (SPD), Sociedad Paraguaya para el Estudio de la Obesidad, Sociedad Paraguaya de Medicina Interna (SPMI), Sociedad Paraguaya de Medicina Familiar (SPMF), Sociedad Paraguaya de Pediatría (SPP), Sociedad Paraguaya de Nutrición (SPN), Asociación Paraguaya de Tecnólogos de Alimentos (ASPATAL), Departamento de Endocrinología y Metabolismo Hospital de Cínicas, Instituto de Previsión Social, Dirección General de Vigilancia de la Salud, Dirección de Vigilancia de Enfermedades Crónicas No transmisibles (DVENT), Dirección General de Promoción de la Salud, Dirección de Salud Integral de la Niñez y la Adolescencia.
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