Mantener un buen estado inmunológico es un arma clave para hacer frente a las enfermedades respiratorias como influenza y COVID-19, lo cual se logra con una alimentación saludable, variada, equilibrada y completa, con todos los nutrientes, acompañada con la práctica regular de actividad física y una buena hidratación.
La mayoría de las veces, el sistema inmunológico realiza un gran trabajo, manteniéndonos sanos y previniendo posibles infecciones. Es el encargado de defendernos contra gérmenes y microorganismos todos los días, por lo cual, la dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles recomienda lo siguiente: -Llevar una alimentación saludable y balanceada, con la ingesta de frutas y hortalizas de estación (5 veces al día, 3 verduras y 2 frutas). -Disminuir los alimentos ultraprocesados. -Incorporar en el plan de alimentación los lácteos descremados (leche, yogurt, quesos), huevos, carnes bajas en grasa y en mayor proporción carnes blancas (pollo y pescado) antes que las carnes rojas, pescado proteína patrón, las legumbres (porotos), granos, leguminosas y semillas para evitar constipación. -En esta temporada, consumir con moderación alimentos ricos en hidratos de carbono, como el arroz, la papa, el fideo y los panificados. -No exceder en la ingesta de carbohidratos. Lo ideal es mantener una alimentación equilibrada, con todos los nutrientes necesarios para el organismo, que contenga hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y fibra, como la sopa o el caldo de verduras y, de esta manera, aprovechar la cantidad de sales minerales. ELIMINAR: bebidas gaseosas, refrescos, alimentos procesados y algunos congelados contienen grandes cantidades de azúcar, sal, carbohidratos y grasas saturadas; papas fritas, comidas preparadas, pizzas, bebidas alcohólicas, sal, cafeína.
