¿Cómo mantener una audición saludable?

Es importante la detección temprana de los problemas auditivos o deterioro auditivo que se pueda presentar. 
Muchas personas corren el riesgo de padecer pérdida auditiva, debido a causas evitables.


El defecto de la audición se entiende como la pérdida completa o parcial de la capacidad de oír. Son muchas las causas que podrían generarlo, entre las que se mencionan: factores hereditarios, nacimiento prematuro, infecciones congénitas, edad avanzada, exposición al ruido, uso de medicaciones ototóxicas, enfermedades infecciosas, como la meningitis, rubéola, entre otras.

La repercusión más evidente de la pérdida de audición en la niñez tiene que ver con la adquisición del lenguaje, pero el trastorno también afecta al aprendizaje en su conjunto y al desarrollo de aptitudes y actitudes sociales, incluida la autoestima.

La pérdida de audición no tratada, a menudo, se acompaña de un rendimiento académico deficiente, que puede desembocar en un peor rendimiento profesional y, más adelante, en la disminución de las posibilidades de empleo.

Los problemas auditivos pueden tratarse según las causas, pudiendo ser tratamientos médicos o quirúrgicos. Entre estos tratamientos, se cuenta con los implantes cocleares o audífonos, que debe ser definido por el médico especialista el otorrinolaringólogo.

La OMS sugiere algunas estrategias de prevención sencillas:

- Vacunar a los niños/as contra las enfermedades propias de la infancia, en particular el sarampión, la meningitis, la rubéola y la parotiditis.

- Aplicar la vacuna contra la rubéola a las mujeres adolescentes y en edad fértil antes de que se embaracen.

- Efectuar pruebas de detección, para descartar la sífilis y otras infecciones en las embarazadas.

- Evitar el uso de medicamentos ototóxicos, a menos que sean recetados por un médico calificado y la posología sea vigilada cuidadosamente.

- Cuando sea necesario, remitir a los bebés con riesgo elevado de sufrir estos problemas (por ejemplo, los que presentan antecedentes familiares de sordera, peso bajo al nacer o han sufrido asfixia del parto, ictericia neonatal, meningitis, etcétera) para la evaluación con el especialista.

- Disminuir la exposición (por motivos de trabajo o personales) a los sonidos y ruidos excesivamente altos, mediante la concienciación, el uso de dispositivos de protección personal y la aplicación de leyes adecuadas.

Algunos consejos prácticos para ayudar a mantener una buena salud auditiva (OPS/OMS)

- Usar tapones para los oídos en lugares ruidosos.

- Utilizar audífonos regularmente, cuando es recomendado.

- Evitar el uso de bastoncillos de algodón (cotonetes), aceite, palitos o alfileres dentro de los oídos.

- No nadar o lavarse en agua sucia.

- Prescindir de compartir auriculares o tapones para los oídos.

- Revisa tu audición regularmente, mediante una consulta médica.

- No escuchar sonidos fuertes o música alta.

- Consulta a un médico si tienes problemas del oído o de audición.

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social cuenta actualmente con 30 establecimientos para la detección temprana de hipoacusia (pérdida auditiva), específicamente el estudio de otoemisiones acústicas (OEA), distribuidos en hospitales de referencia.