Continuemos con la eliminación de criaderos de mosquitos

Controlar constantemente nuestro hogar y ejecutar labores de prevención es fundamental para evitar la proliferación del mosquito Aedes Aegypti, transmisor de las enfermedades del chikungunya, dengue y Zika. La eliminación de criaderos es una de las acciones que debemos practicar diariamente durante todo el año.

El mosquito transmisor de estas enfermedades deposita sus huevos en cualquier objeto que acumule agua. No se reproduce en la basura común (residuos domiciliarios), sino en objetos en desuso (sin importar el tamaño) y en recipientes con agua, razón por la cual, es importante desecharlos, colocarlos bajo agua, techo o cubrirlos. Tambores o recipientes con agua que será utilizada deben mantenerse herméticamente tapados.

Asimismo, se indica cambiar a diario el agua de los floreros, para evitar que se conviertan en criaderos, previa higiene del recipiente, con cepillo, agua y jabón, además de realizar limpieza de las raíces y el tallo. Si es posible, es aconsejable reemplazar el agua del florero por tierra. Es igualmente importante desechar el agua acumulada en platos de macetas/planteras. 

Esta práctica se debe realizar durante todo el año, pues constituye la principal medida para mitigar las enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti, mosquito que se encuentra preferentemente en ambientes urbanos; la hembra es la que se alimenta de sangre humana para madurar sus huevos, los cuales deposita en las paredes de recipientes con agua estancada, conocidos como “criaderos”. 

Estos huevos se rompen en contacto con el agua, dando lugar a las larvas, que se transforman en pupas para, finalmente, convertirse en mosquito adulto. Este proceso se desarrolla durante siete días, aproximadamente. El mosquito adulto vive, en promedio, treinta días.

Invertir 10 minutos diarios en la búsqueda y eliminación de potenciales criaderos de mosquitos hace la diferencia. Es una manera efectiva de protección para toda la familia.