¡Que el frío no te gane! Muévete

A pesar de las bajas temperaturas, es importante mantenerse activo para beneficiar al cuerpo y organismo.


La poca o nula actividad física, observada con mayor ímpetu en épocas de bajas temperaturas, incrementa la posibilidad de subir de peso, dando lugar al sobrepeso y a la obesidad, que constituye una enfermedad crónica y, a su vez, un factor de riesgo para desarrollar otras enfermedades asociadas.

Las épocas de frío no deben ser un impedimento para realizar actividad física, sino la oportunidad para mover el cuerpo y hacerlo entrar en calor.

Algunas razones para realizar actividad física

1) Llegar al verano en buena forma física. Cuando llega el calor, la desesperación por lograr una buena forma física nos invade, situación que incluso lleva a buscar “fórmulas mágicas”, que no son saludables ni están recomendadas para el cuerpo, razón por la cual, entrenar y trabajar con tiempo es lo mejor.

2) Equilibrio. Los hábitos alimentarios durante el invierno se modifican y, por lo general, las calorías aumentan mucho más. Por eso, dejar de entrenar en invierno puede ser la causa de adquirir peso extra con el que luchar el doble en el verano, En cambio, si la actividad física continúa, se compensará el aumento de calorías y se evitará ganar peso.

3) Recreación. La práctica de actividad física regular es, además, un factor de diversión que interfiere en el humor, mediante la liberación de endorfinas y serotoninas, hormonas que generan bienestar en la persona.

4) Salud. La actividad física ofrece múltiples beneficios a la salud, tanto en lo físico, como en lo fisiológico y psicológico. Entrenar en otoño-invierno puede aliviar el estrés, reforzar las defensas -para evitar resfriados, fortalecer los músculos y el funcionamiento del corazón, previniendo, a su vez, varias enfermedades, como la obesidad, diabetes, hipertensión arterial y otras.

La recomendación es efectuar al menos 30 a 60 minutos de cualquier tipo de actividad física elegida, como una caminata diaria, andar o venir al trabajo en bicicleta, practicar deportes en los horarios libres, entrenar en un gimnasio, plaza o parque, como así también realizar pausas activas en el horario laboral cada 1 hora, entre 1 a 2 minutos, para evitar el sedentarismo.