La promoción y concienciación para prevenir y diagnosticar la hipertensión arterial es de suma importancia para el bienestar de las personas. Por ello, se recomienda llevar un estilo de vida saludable y controlar regularmente la presión.
La hipertensión arterial o “presión alta” se caracteriza por la elevación persistente de la presión arterial a cifras mayores o iguales a 140/90 mmHg. Es conocida como el “asesino silencioso”, puesto que rara vez provoca síntomas. En este sentido, se recomienda a los hipertensos controlarse la presión dos veces por semana y a los no hipertensos, al menos dos veces al año. A continuación, se encuentran siete puntos que debes conocer sobre esta patología 1) Es hereditaria: se trasmite de padres a hijos, pero con un buen estilo de vida desde la niñez se puede evitar desarrollarla. Este mal puede presentarse a edades tempranas como consecuencia de una predisposición genética o por mantener hábitos de vida poco saludables. 2) Puede aparecer a cualquier edad: desde la niñez, embarazo, adultos jóvenes y personas adultas mayores, tanto hombres como mujeres. Una de las estrategias adoptadas por el Ministerio de Salud Pública para el diagnóstico temprano, control y prevención de esta patología, es la medición de la presión arterial desde la niñez. Estos controles están siendo implementados en los consultorios pediátricos de los servicios de Salud Pública, a partir de los 3 años de edad, sobre todo a niños con exceso de peso o que refieran antecedente familiar de presión alta. 3) Es silenciosa: La hipertensión arterial en la mayoría de los casos no presenta síntomas, muchas veces se presenta una complicación sin que la persona sepa que padece la enfermedad. La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para el desarrollo de afecciones cardiovasculares y de muertes prematuras a nivel mundial. De ahí la importancia del control de la presión arterial desde edades tempranas. 4) Afecta a varios órganos: cuando se mantiene alta durante largos años produce daños en las paredes arteriales, en el corazón, en el cerebro, los riñones, etc. 5) Es la primera causa de muerte: esto se debe a que es un factor de riesgo para otras enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio, el derrame cerebral, la insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca, ataques al corazón. 6) Es de fácil diagnóstico: se puede diagnosticar con la simple toma de la presión arterial. La prevalencia de hipertensos en nuestro país actualmente es de 38,5%. Los hombres son los que más padecen esta dolencia. Se aconseja el control periódico de presión arterial A los hipertensos controlarse por lo menos una vez por semana y/o según indicación del médico, los no hipertensos una o dos veces al año, y los niños desde los 3 años de edad por lo menos una vez al año. 7) Se puede evitar las complicaciones: Conocer los niveles de presión arterial pueden alertar sobre la necesidad de modificar malos hábitos de vida, prevenir la ocurrencia de un accidente cerebrovascular (derrame) o un infarto y, en consecuencia, reducir el riesgo de mortalidad prematura. Si bien la hipertensión no tiene cura, puede prevenirse y tratarse. Con un estilo de vida saludable, dieta sin sal, manteniendo un peso adecuado, realizando actividad física regular (3 a 5 veces por semanas), tomando la medicación indicada por el médico en forma regular y manteniendo la presión normal (idealmente igual o menor de 130/80 mm Hg).