Acordate de controlar tu presión arterial

Conocer los niveles puede alertar sobre la necesidad de modificar hábitos de vida, prevenir la ocurrencia de accidente cerebrovascular (derrame) o infarto y, en consecuencia, reducir el riesgo de la mortalidad prematura.
La hipertensión arterial (HTA) se caracteriza por la elevación persistente de la presión arterial a cifras iguales o mayores de 140/90 mmHg.


Los controles periódicos son fundamentales para detectar en forma temprana si se cuenta con hipertensión arterial, una de las enfermedades más dañinas y, a su vez, un factor de riesgo importante para el desarrollo de varias afecciones cardiovasculares, cerebrovasculares, renales, entre otras.

En Paraguay, el 38,5 % de las personas padece de HTA, o la comúnmente conocida como “presión alta”. Esta enfermedad afecta, en su mayoría, a los hombres. Para prevenirla, se aconseja reducir el consumo de la sal, realizar actividad física en forma regular y alimentarse saludablemente.

¿Quiénes deben realizarse los controles?

El control de la presión arterial debe realizar toda persona que padezca de hipertensión y aquella que desconozca su nivel de presión arterial. Esta medición se debe efectuar incluso desde la niñez, a partir de los 3 años de edad, principalmente los que presentan sobrepeso u obesidad o que cuenten con antecedentes familiares de hipertensión.

Es aconsejable el control de la presión arterial dos veces al año a personas que no padezcan esta enfermedad y las veces que sea necesario o según lo indique su médico a los hipertensos.

Hay cuestiones que recordar sobre la hipertensión:

  • Es hereditaria: se trasmite de padres a hijos, pero con un buen estilo de vida desde la niñez se puede evitar desarrollarla.
  • Es silenciosa: la hipertensión arterial, en la mayoría de los casos, no presenta síntomas. Muchas veces se presenta una complicación sin que la persona sepa que padece la enfermedad.
  • Es la primera causa de muerte: esto se debe a que es un factor de riesgo para otras enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, el derrame cerebral, la insuficiencia renal, insuficiencia cardiaca, ataques al corazón.
  • Afecta varios órganos: cuando se mantiene alta durante largos años, produce daños en las paredes arteriales, en el corazón, en el cerebro, los riñones, etc.
  • Puede aparecer a cualquier edad: desde la niñez, embarazo, adultos jóvenes y personas adultas mayores, tanto hombres como mujeres.
  • Se puede evitar las complicaciones: Conocer los niveles de presión arterial pueden alertar sobre la necesidad de modificar malos hábitos de vida, prevenir la ocurrencia de un accidente cerebrovascular (derrame) o un infarto y, en consecuencia, reducir el riesgo de mortalidad prematura.
  • Es de fácil diagnóstico: se puede diagnosticar con la simple toma de la presión arterial. La prevalencia de hipertensos en nuestro país, actualmente, es de aproximadamente 38 %; las poblaciones mayores de 60 años de edad son las que padecen porcentajes superiores de hipertensión arterial.