Alimentarse de manera nutritiva y balanceada es esencial para que nuestro organismo se mantenga sano. Es por eso que se debe incorporar en el almuerzo y la cena un plato de ensalada de verduras. Es importante además consumir a diario tres frutas, ya que son ricas en fibra y aumentan la sensación de saciedad.
La recomendación nutricional es consumir tres frutas de forma diaria debido a que son fuente importante de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que ayudan a reforzar el sistema inmunológico. Las frutas de estación son una excelente opción, además de las cítricas. Las verduras y hortalizas también aportan un refuerzo como es el caso de la lechuga, tomate, pepino, entre otras. Una buena hidratación del cuerpo es fundamental, por lo que se debe tomar 2 a 3 litros de agua por día (8 a 12 vasos). El agua es irreemplazable ya que los jugos y bebidas azucaradas no hidratan. En cuanto a las comidas o platos especiales estos deben ser consumidos con moderación, es decir, cuidando las porciones. No es saludable comer rápido y se debe masticar bien los alimentos para facilitar una buena digestión. Otro aspecto a tener en cuenta es reducir el consumo de sal en los alimentos, ya que su abuso puede derivar en problemas con la presión arterial, retención de líquidos y al desarrollo de problemas cardiovasculares y renales. El consumo de alimentos con alto contenido calórico de grasas y azúcares es algo que se debe limitar a lo largo de la jornada y en lo posible se debe optar por alimentos naturales. También se debe moderar el consumo de bebidas alcohólicas y evitar la ingesta de bebidas entre comidas. En este aspecto se puede beber antes de ingerir los alimentos. Además de una alimentación sana, hay que apuntar a otros hábitos saludables como la actividad física y dormir 7 a 8 horas diarias, ya que aportan beneficios claves a nuestra salud.