Si una persona sufre un ataque cerebro vascular isquémico (coágulo tranca un arteria), hay una ventana de 4 horas y media para recibir el tratamiento que puede salvar su vida y evitar en un alto porcentaje las secuelas de esta enfermedad grave, como la discapacidad severa.Gracias al trabajo integrado, a través de un convenio entre la Unidad de ACV del hospital de Clínicas y el MSP, desde el 2015, unos 300 pacientes del área metropolitana han recibido la respuesta rápida necesaria.Ahora, esa atención se extiende al interior del país, mediante la comunicación remota o TeleACV, que ya tuvo su primer paciente diagnosticado y tratado a tiempo en Coronel Oviedo.
Desviación de la boca, debilidad brusca de un brazo, de una pierna o de toda la mitad del cuerpo, dificultad para hablar o trastornos visuales bruscos son síntomas que indican un probable ataque cerebro vascular (ACV), que puede ser hemorrágico o isquémico. Para identificar si es uno u otro, se debe realizar una tomografía al paciente. Si es el isquémico, que tiene una prevalencia del 80 al 85% de los casos, entre el inicio de los síntomas, el diagnóstico y la aplicación del tratamiento no deben transcurrir más de cuatro horas y media para salvar la vida y evitar daños severos que pueden conducir al paciente a una discapacidad severa. El tratamiento consiste en inyectar una medicación que puede restablecer la circulación (reperfusión) o destrancar la arteria que está siendo obstruida por un coágulo. Llegar al servicio, evaluar la clínica, realizar la tomografía, evaluar con un especialista neurólogo y aplicar la medicación en una ventana de tiempo tan estrecho suponen un alto desafío al sistema de salud, porque cada segundo cuenta. En busca de una respuesta cada vez más rápida, se crea la Unidad de ACV (Ictus) en el hospital de Clínicas, en el año 2015, primero con tres camas de terapia intermedia y luego con seis, con el objetivo primordial del cuidado especializado de los pacientes con ACV isquémico agudo. “Es una enfermedad grave y tiene riesgo de muerte o dejar una discapacidad severa al paciente, que puede quedar minusválido, incapaz de hacer lo que hacía antes, encamado, con imposibilidad de trabajar, etc. Es prevalente y de consecuencias devastadoras. Es la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto a nivel mundial”, refiere el Dr. Ricardo Mernes, jefe de la Unidad de ACV, quien recalca que, con la intervención temprana, hay muchas más chances de salvarse y hacer una vida normal. El especialista comenta que, a fin del 2016, se establece un convenio con el Ministerio de Salud, a través del Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias (SEME), el cual permite la conexión de la Unidad de ACV, con todos los hospitales públicos del área metropolitana. “Si un paciente llega con síntomas de ACV en algún hospital del área metropolitana, nosotros rápidamente nos conectamos, el médico activa el código ACV extrahospitalario y el SEME ya nos pone en grupo común”, añade Mernes. Otro gran paso en el trabajo integrado entre ambas instituciones fue la contratación de especialistas neurólogos por parte del Ministerio de Salud quienes, desde el 2020, trabajan en Unidad dentro del hospital de Clínicas. Esto permite contar con una cobertura 24/7 en toda el área metropolitana, con unos 300 pacientes tratados hasta el momento, con medicación de alto costo adquiridos tanto por Clínicas como por Salud Pública. Trabajar de forma integrada beneficia a todos Cubierto el área metropolitana, el siguiente objetivo propuesto es llegar al interior del país, para brindar respuesta oportuna a pacientes que no tienen la posibilidad de acceder a una rápida respuesta (antes de las cuatro horas y media del inicio de síntomas) por su lejanía con un servicio del área metropolitana. Así surge la TeleACV (o Tele Ictus), mediante un plan que incluye la telemedicina aplicada en algunos hospitales del interior con cierto nivel de complejidad que cuentan con equipos básicos necesarios para este tipo de pacientes, como un tomógrafo y terapia. En Coronel Oviedo, viendo esas condiciones, se inicia el trabajo conjunto Clínicas – MSP, con capacitaciones en la activación del Código ACV y otros aspectos. “Ahora, si llega un paciente con sospecha de AVC al hospital regional de Coronel Oviedo, activan el código y envían la tomografía. Si vemos que no es hemorrágico, entonces hacemos una video-llamada y evaluamos al paciente. Si constatamos que todo está ok, la clínica es compatible y estamos en la ventana de tiempo, decidimos hacer el tratamiento”, detalla el médico. Primer paciente diagnosticado mediante la TeleACV en Oviedo Hace tres días, se presentó el primer caso diagnosticado y tratado mediante TeleACV en este servicio cabecera del Ministerio de Salud en Caaguazú. Se trata de un paciente atendido en el centro de salud de Carayaó, con rápida derivación al hospital regional, a quien, en trabajo conjunto, se le brindó el tratamiento indicado, con una recuperación casi al cien por ciento al día siguiente. Mernes señala igualmente que el cerebro se tiene que ir reacomodando y la comparación se hace un periodo de tres meses. “El que recibe el tratamiento tiene nueve veces más posibilidades de estar independiente a los tres meses, con respecto al que no recibió el medicamento. Es muchísimo”, destaca. La meta es aumentar el área de cobertura con este programa, extendiéndolo a los demás hospitales regionales del Ministerio de Salud, con el objetivo de brindar atención oportuna a los pacientes, mediante un trabajo articulado entre ambas instituciones.