No usar casco o cinturón de seguridad, conducir con exceso de velocidad, o bajo efectos del alcohol o de las drogas son causales de posibles tragedias viales.
Cada año, miles de vidas se ven truncadas debido a accidentes automovilísticos. Estos incidentes no solo causan dolor y sufrimiento, sino que también tienen un impacto económico significativo. La buena noticia es que muchos de estos accidentes son evitables si todos nosotros practicamos la prudencia en nuestros caminos.
La inconsciencia y la irresponsabilidad, sumadas a la falta de educación vial, son factores que desembocan en graves accidentes de tránsito, provocando lesiones y, en muchos casos, la perdida de una o de más vidas.
Así mismo, la falta de uso de elementos de protección, como casco o cinturón de seguridad, constituyen un factor de riesgo preponderante a la hora de conducir. En lo que respecta a biciclos o motos, el uso de cascos es obligatorio, evita en un 70 % la ocurrencia de lesiones mortales, y hasta un 85 % quedar con secuelas, así como el cinturón de seguridad en automóviles.
No solo debe tener prudencia el conductor, también el peatón que cruza la calle debe mirar y conocer sobre la educación vial.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, a través del programa Nacional de Control de Accidentes y Lesiones por Causa Externa, dependiente de la dirección de Vigilancia de Enfermedades no Transmisibles, emite recomendaciones a los usuarios de las vías en general, a fin de no lamentar lesiones o pérdidas de vidas, a causa de accidentes de tránsito.
- No circular a excesiva velocidad, respetar la velocidad establecida por las autoridades.
- No conducir de ninguna manera bajo los efectos del alcohol, drogas o sedantes.
- Mantener siempre la distancia prudencial entre vehículos.
- Respetar los semáforos, así como las indicaciones de agentes del orden y señales de tránsito.
- Evitar el uso de celulares u otros distractores mientras se maneja un vehículo.
- Utilizar las medidas de protección, como son el uso de cinturón de seguridad para todos los pasajeros y dispositivos de sujeción para niños/as; cascos, materiales reflectivos, etc.
- Controlar el buen funcionamiento del vehículo: luces adecuadas, frenos, llantas.
- Realizar un mantenimiento mecánico antes de viajar, portar balizas, extintores, ruedas de auxilio y botiquín de primeros auxilios.
- Portar en la billetera el nombre y el número de teléfono de una persona a quien contactar en caso de que ocurra algún percance.
- No conducir estando cansado o con sueño.
- Al circular en las rutas, mantener las luces encendidas (luz baja de día).
- Conservar siempre la prudencia en las maniobras a realizar mientras se conduce.
- Tener cuidado con peatones, especialmente niños/as, personas mayores o personas con discapacidad.
- Estacionar adecuadamente en las rutas, sobre las banquinas, y colocar obligatoriamente elementos de señalización.
- Portar toda la documentación requerida para conducir un vehículo, a fin de evitar inconvenientes y agilizar los controles.
- Prestar atención a los carteles indicadores y/o al personal policial sobre los desvíos obligatorios.
- Designar un conductor, en caso de ingerir alcohol. El consumo de alcohol vuelve somnoliento al conductor, reduce la capacidad de reacción y la visión disminuye en gran medida, por lo que es esencial designar a otra persona para que tome el volante.