El 12 de septiembre se conmemora el “Día de la Sal Yodada”, fecha propicia para recordar que el yodo es un mineral importante para prevenir ciertos desórdenes. La mejor fuente de yodo es la sal yodada, y se recomienda su consumo en cantidades moderadas.
La carencia de yodo afecta la salud de los niños, niñas y embarazadas, principalmente. Entre los problemas de salud llamados “desórdenes por deficiencia de yodo”, figuran el bocio (agrandamiento de la glándula tiroides, que se encuentra en la parte delantera del cuello, que puede ser notorio o no) y cretinismo (deficiencia mental y del desarrollo, disminución de la capacidad para oír y hablar). En Paraguay, por ser un país mediterráneo, el suelo carece de este mineral y, por lo tanto, los productos frutihortícolas, así como los animales y pescados de río, no contienen yodo de manera natural. La medida más efectiva y simple para aportar este micronutriente al organismo es a partir de la sal yodada. Teniendo en cuenta que la sal es un ingrediente utilizado por la población en cantidades casi constantes, una de las intervenciones más costo efectivas para prevenir los Desórdenes por Deficiencia de Yodo-DDY ha sido la yodación universal de la sal. Esto implica que toda la sal destinada al consumo humano y animal debe estar adecuadamente yodada según los niveles recomendados, que en el país se encuentran entre 20 a 40 mg/kg de sal. Con la creación del Programa de Prevención de los Desórdenes por Deficiencia de Yodo-DDY, en el año 1992 mediante Resolución S.G. N° 23/92, actualmente llevado adelante por el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), dependiente del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, se implementó la estrategia de fortificación de la sal con yodo, integrando disposiciones jurídicas, monitoreos constantes a empresas elaboradoras y fraccionadoras de sal, e información a la población. Para la adecuada implementación del Programa, la población cumple un papel muy importante como contralor, por ello es necesario verificar que la sal adquirida de cualquier punto de venta cuente con la información obligatoria en la etiqueta, como el número de Registro Sanitario del Producto Alimenticio (R.S.P.A.) y el número de Registro de Establecimiento (R.E.). En el presente año, se lleva adelante el estudio de “Niveles de yodo urinario de escolares de 6 a 12 años y concentración de yodo en sal disponible en hogares”, los cuales son indicadores de impacto y de proceso, respectivamente, en las 18 Regiones Sanitarias del país, con el fin de obtener datos sobre el consumo de yodo de la población, y se espera finalmente contar con dichos resultados de manera a determinar acciones orientadas al consumo adecuado de dicho micronutriente esencial. Para mayor información acerca del Programa Nacional de Control y Prevención de Desórdenes por Deficiencia de Yodo, ingresar al siguiente enlace: http://www.inan.gov.py/site/?page_id=501