El yodo presente en la sal de mesa es indispensable para el buen funcionamiento de las glándulas tiroideas y el desarrollo normal tanto físico como mental, principalmente en los primeros años de vida y durante el embarazo.
El yodo es un mineral esencial para la síntesis de las hormonas tiroideas, la regulación del metabolismo, así como para el óptimo desarrollo cerebral, la carencia de este mineral produce graves problemas de salud, los niños, niñas y embarazadas son considerados como la población más vulnerable y en consecuencia, pueden padecer un grupo de enfermedades que se denominan “desórdenes por deficiencia de yodo” tales como: bocio, alteración del lenguaje, retraso mental, crecimiento deficiente, alteraciones de audición y cretinismo. En las embarazadas, además, existe mayor riesgo de abortos y muerte fetal. No obstante, el consumo excesivo de yodo también representa un peligro para la población, motivo por el cual es necesario consumirlo en cantidades seguras. Teniendo en cuenta que la sal es un ingrediente utilizado por la población en cantidades casi constantes, una de las intervenciones más costo efectivas para prevenir los Desórdenes por Deficiencia de Yodo ha sido la yodación universal de la sal. Esto implica que toda la sal destinada al consumo humano y animal debe estar adecuadamente yodada según los niveles recomendados, que a nivel país se encuentran entre 20 a 40 mg/kg de sal. El Programa Nacional de Control y Prevención de los Desórdenes por Deficiencia de Yodo (DDY) del Paraguay fue creado en el año 1992 mediante Resolución S.G. N° 23/92 y actualmente es llevado adelante por el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), dependiente del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPYBS). Uno de los objetivos de este programa es lograr la yodación universal adecuada de la sal de consumo humano, animal y de la industria alimenticia. Aunque la sal es un vehículo apropiado para la fortificación con yodo, la recomendación de consumo diario no debe superar los 5 gramos de sal por día para la prevención de las enfermedades crónicas no trasmisibles. Además, el exceso de yodo también se ha asociado a efectos adversos, pudiendo resultar en hipertiroidismo inducido por yodo y enfermedad de Hashimoto. La población tiene como tarea ser contralor del cumplimiento de este Programa, por ello es necesario que siempre verifique que la sal adquirida de cualquier punto de venta, cuente con la información obligatoria en la etiqueta como número de lote, marca del producto, datos del proveedor, origen, el número de Registro Sanitario de Producto Alimenticio (R.S.P.A) y el número de Registro de Establecimiento (R.E). Ante cualquier irregularidad, las personas pueden realizar la denuncia correspondiente a la siguiente dirección de correo electrónico: denuncias@inan.gov.py