Sumar acciones protege más: prevengamos criaderos y usemos repelente contra mosquitos

Tanto el control de criaderos en las viviendas y comunidades, así como la protección contra las picaduras de mosquitos son medidas necesarias para hacer frente al dengue, Zika y chikungunya.
¡El compromiso es de todos!



El compromiso de todos los miembros de la comunidad en la prevención del dengue, Zika y chikungunya es clave para mitigar el impacto de estas enfermedades arbovirales. Las principales acciones son prevenir criaderos y emplear medidas de protección, tales como uso de repelente, mosquiteros y telas metálicas en puertas y ventanas.

Para la prevención de los criaderos de mosquitos, es necesario:
Verificar que no existan objetos que puedan acumular agua en espacios al aire libre.
Eliminar lo que no se va a utilizar: latas, botellas, tapitas, etc.
Inspeccionar y destapar las canaletas.
Tapar los recipientes con agua para uso o consumo.
Colocar boca abajo las botellas que se seguirán utilizando.
Reemplazar el agua del florero por arena húmeda.
Controlar que no se acumule agua entre el tronco y la rama de los árboles.
Eliminar o guardar bajo techo los neumáticos.
Cepillar el recipiente del bebedero de la mascota, cada vez que se cambie el agua.

En relación al uso de repelentes, cabe recordar que la Sociedad Paraguaya de Pediatría indica su uso en niños mayores de dos meses de edad, con DEET (N, N-dietil-m-toluamida), cuya concentración sea menor al 30%.
Se considera que el DEET ofrece la mejor protección contra las picaduras de mosquitos (predecible y prolongada).
DEET 7,5%: duración 2 horas.
DEET 10%: duración 2-3 horas.
DEET 15%: duración 4-6 horas.
DEET 25%: duración 6 horas.

No se recomienda la aplicación de repelentes en lactantes menores de dos meses de vida. Para la protección de esta franja se indica la utilización de mosquiteros en cunas y carritos (cochecitos).

Para evitar efectos adversos causados por el uso de repelentes:
Revisar la etiqueta del producto para conocer la cantidad de DEET que contiene el repelente.
Utilizar repelentes que no superen el 30% de DEET. Para los niños, la concentración de DEET debe ser menor al 30%.
Seguir siempre las instrucciones que están en el producto.
No aplicar repelente debajo de la ropa, tampoco en cortaduras, heridas o piel irritada.
No rociar productos con DEET en áreas cerradas.
No rociar productos con DEET directamente a la cara.
No permitir que los niños se apliquen ellos mismos el repelente. La aplicación debe realizarla un adulto. Evitar aplicar repelente en ojos y boca. Tener cuidado al colocar el producto alrededor de la oreja.
No aplicar el repelente en las manos de los niños (los niños podrían llevar sus manos a la boca).
Tener cuidado en la aplicación de repelente a niños atópicos, en este grupo es preferible no aplicar en la cara.
No utilizar repelentes asociados a protectores solares en la misma formulación.