Niños y adolescentes con enfermedades reumáticas son asistidos en el hospital “Niños de Acosta Ñu”

Existen más de 200 enfermedades reumáticas que afectan a personas de todas las edades, incluidos los niños y adolescentes. Estas, son causantes, en muchos casos, de dolores intensos y de pérdida de movilidad.
Conozca cuáles son las más observadas por los especialistas, en este centro asistencial.


El hospital general pediátrico “Niños de Acosta Ñu” es el centro de atención de referencia, dentro del sistema de salud pública, para toda la población Infantojuvenil con diagnóstico de enfermedad reumatológica. Según informaron desde el servicio, el país cuenta actualmente con cuatro reumatólogos infantiles y la Dra. Cynthia Vega, es una de ellas, la misma presta atención en el establecimiento.

Las enfermedades reumatológicas más vistas por la especialista, en el pediátrico, son artritis idiopática juvenil, lupus eritematoso sistémico, vasculitis, morfea, entre otras.

El “Acosta Ñu” recibe a niños y jóvenes provenientes de todo el territorio nacional. Ofrecen consultas programadas y un hospital día, sitio en que suministran los tratamientos y seguimientos, de manera integral, a sus usuarios.

Tal es el caso de Marcos, de 13 años de edad, va al colegio y le encanta participar de las competencias de matemáticas, pero hubo un tiempo en que su vida se pausó a causa de un dolor que se inició en la cadera y luego se extendió a las piernas. El dolor era tan intenso al punto de depender de una silla de ruedas para movilizarse. Tras visitar varios especialistas y someterse a muchos estudios recibió la noticia de que se trataba de una enfermedad reumática.

Con dicho diagnóstico, acude al hospital para recibir un tratamiento con terapia biológica modificadora de la enfermedad, que le permite tanto a él como a otros niños y jóvenes, bloquear sustancias del organismo que provocan la inflamación, y, por ende, los dolores. Esta terapia modifica el curso de la enfermedad y debe ser administrada de forma regular por lo que el compromiso de los adultos responsables de estos niños, en tratamiento, es fundamental para lograr una correcta adherencia.

Facundo es otro niño que comparte el mismo tratamiento que Marcos, ambos se encuentran en el “Acosta Ñu” cada 15 días. Facu tiene que levantarse muy temprano para llegar a tiempo al hospital, ya que vive a más de 100 kilómetros de distancia. Al llegar, se acomoda y entabla conversación con otros niños y jóvenes que se encuentran en la sala. 

Las horas que deben permanecer bajo el cuidado de las enfermeras, mientras reciben el tratamiento y la evaluación de otros especialistas en pediatría, fisioterapia, salud mental, reumatología y nutrición, ellos aprovechan para conocer nuevos amigos y compartir sus vivencias, gustos y metas en la vida. 

“El tratamiento va mostrando los resultados”, dice la madre de Facundo, al tener como referencia el año anterior, cuando aún no tenían diagnóstico y los dolores no le permitían moverse ni cumplir con sus actividades escolares.

¿Cuándo sospechar de una enfermedad reumática?

La sintomatología podría ser común a otras patologías, pero ante la presencia de los siguientes síntomas es importante tener en cuenta que podría tratarse de una enfermedad reumática: dolores e inflamación en una o varias articulaciones, pérdida de la fuerza muscular, cansancio y decaimiento, pérdida de peso, fiebre recurrente o por tiempo prolongado, ganglios en cuellos y axilas, anemia y manchas en el rostro y en la piel, lesiones en boca (aftas), lesiones asociadas a exposición solar.

Se tratan de síntomas y signos que podrían asociarse a varias patologías, entre ellas las enfermedades reumáticas, y, aunque estas sean las menos frecuentes, comenta la Dra. Vega, deben tenerse en cuenta como un diagnóstico diferencial.

El diagnóstico precoz de las patologías reumatológicas infantiles es primordial para evitar complicaciones que pueden ser muy limitantes para el niño a corto plazo. Por lo tanto, saber reconocer los primeros indicios debe ser prioritario en las consultas médicas.