Con esta consigna, hoy se da apertura a la Semana Mundial de Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, iniciativa que se extenderá hasta el 24 de noviembre.
En el marco de esta fecha mundial, Miembros del Comité Nacional de RAM participaron de la elaboración y validación de lo que será la tercera edición del Manual de Prevención, Vigilancia y Control de Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud, en el que se relaciona el uso prudente de antimicrobianos. La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una amenaza para las personas, los animales, las plantas y el medio ambiente, es decir, afecta a todos. El tema de este año llama a la colaboración intersectorial para preservar la eficacia de estos importantes productos. La lucha contra la RAM traduce un verdadero esfuerzo mundial y debe abordarse desde el enfoque “Una salud”. El objetivo de esta iniciativa mundial es la de aumentar la concienciación sobre la RAM y fomentar las mejores prácticas entre el público en general, los trabajadores de la salud, profesionales de la sanidad animal, profesionales de salud agrícola y responsables políticos, para evitar la aparición y propagación de infecciones resistentes a los antimicrobianos. La resistencia a los antimicrobianos pone en peligro la eficacia de la prevención y el tratamiento de una serie cada vez mayor de infecciones por virus, bacterias, hongos y parásitos. Además, aumenta el costo de la atención médica con estadías más prolongadas en los hospitales y se requieren cuidados más intensivos. Para frenar eficazmente la resistencia a los antimicrobianos, todos los sectores deben unir fuerzas para fomentar el uso prudente de los antimicrobianos, así como las medidas preventivas. Luchar contra la RAM requiere un enfoque holístico y multisectorial denominado ‘Una salud’, señala OMS. ¿Cómo se da la resistencia a los antimicrobianos? La resistencia a los antimicrobianos ocurre naturalmente con el tiempo, generalmente a través de cambios genéticos. Sin embargo, el mal uso y el uso excesivo de antimicrobianos está acelerando este proceso. En muchos lugares, los antibióticos se usan en exceso y mal en personas y animales, y a menudo se administran sin supervisión profesional. Los ejemplos de mal uso incluyen cuando son tomados por personas con infecciones virales como resfriados y gripe, y cuando se administran como promotores del crecimiento en animales o se usan para prevenir enfermedades en animales sanos. Los microorganismos resistentes a los antimicrobianos se encuentran en personas, animales, alimentos y el medio ambiente (en el agua, el suelo y el aire). Se pueden propagar entre personas y animales, incluso a partir de alimentos de origen animal, y de persona a persona. El control deficiente de la infección, las condiciones sanitarias inadecuadas y la manipulación inadecuada de los alimentos fomentan la propagación de la resistencia a los antimicrobianos. Fuente: PAHO