Minga ambiental en Barrio Botánico para prevenir criadero de mosquitos

En una iniciativa conjunta, el Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA), la Secretaría de Emergencia Nacional y la Municipalidad de Asunción llevaron a cabo una minga ambiental en el barrio Botánico de Asunción. La jornada abarcó 140 manzanas y se enmarca en un esfuerzo continuo para reducir la incidencia del dengue, Zika y chikungunya.



En una jornada de trabajo colaborativo, el Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA), la Secretaría de Emergencia Nacional y la Municipalidad de Asunción unieron fuerzas para llevar a cabo una minga ambiental en el barrio Botánico de la capital asuncena. La actividad, que tuvo como objetivo principal combatir la propagación del dengue, Zika, chikungunya y fiebre amarilla urbana, cubrió un extenso territorio de 140 manzanas.

Esta iniciativa forma parte de una serie de acciones preventivas que buscan concientizar a la comunidad sobre la importancia de eliminar criaderos potenciales del mosquito Aedes aegypti, transmisor de estas enfermedades. Durante la jornada, las brigadas conformadas por miembros de las tres entidades recorrieron casa por casa, llevando a cabo tareas de concienciación y control.

El ñati´ũ, o mosquito Aedes aegypti, tiene la particularidad de depositar sus huevos en recipientes con agua estancada. Por lo tanto, la eliminación de estos reservorios se vuelve fundamental en la lucha contra las enfermedades transmitidas por este vector. La minga ambiental no solo busca limpiar espacios públicos, sino también educar a los ciudadanos sobre la importancia de mantener sus hogares y entornos libres de posibles criaderos.

La actividad contó con la participación activa de la comunidad, quienes, empoderados por la información proporcionada, se sumaron al esfuerzo colectivo para prevenir la proliferación de enfermedades transmitidas por mosquitos. Además de los hogares, se hizo hincapié en la importancia de la acción preventiva en espacios laborales y de recreación.

Es imperativo que cada ciudadano asuma la responsabilidad de contribuir a la erradicación de estos criaderos, no solo como medida de protección personal sino como un compromiso con la salud comunitaria.