Para hidratarse, nada mejor que tomar agua

Los jugos envasados, las bebidas energéticas y gaseosas, y el tereré, no son fuentes de hidratación. Con este clima se aconseja beber más agua que de costumbre y no esperar a tener sed, ya que esta condición se presenta cuando el cuerpo ha comenzado a deshidratarse.

Mantenerse bien hidratado es muy importante en cualquier época del año, pero más aún en el verano, ya que debido al intenso calor existe mayor riesgo a deshidratarse.

Hay que recordar que la sed se presenta cuando existe cierto grado de deshidratación, por lo cual es indispensable anticiparse a la sensación de sed. La Lic. Claralina Mendoza, nutricionista de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles, recuerda la importancia de ingerir, por lo menos, 2 a 3 litros de agua por día para aplacar la sed.

Desaconseja los jugos de frutas envasados como fuente de hidratación, así como el consumo de bebidas carbonatadas como las gaseosas y las bebidas energéticas, ya que contienen aditivos químicos como el sodio y colorantes.

Menciona que lo recomendable es consumir agua simple, sin sodio, principalmente a aquellas personas que padecen de hipertensión arterial o insuficiencia cardíaca, puesto que el sodio hace que la presión arterial se incremente y retenga el líquido del cuerpo.

“Si se tiene sed, hay que tomar agua. Si no te gusta el agua se puede saborizar de manera natural con rodajas de alguna fruta u hortaliza de preferencia (limón, naranja, piña, mamón, berenjena o pepino)”, manifiesta la nutricionista. Colocar 2 a 3 rodajas en un litro de agua para saborizarla.

Si se toma tereré, es esencial consumir también 2 litros de agua para lograr la hidratación. Aunque el tereré ayuda a refrescarnos con este calor, no cumple la función de hidratar debido al componente diurético de la yerba. 

¿Qué ocurre cuando el cuerpo se deshidrata?

Cuando la ingesta de agua es menor a la recomendada, en el organismo puede producirse una deshidratación. Dependiendo del grado de la misma, pueden aparecer síntomas, como mareos, dolores de cabeza, cansancio y disminución de las habilidades físicas y mentales. Una hidratación insuficiente puede producir también problemas renales e intestinales, como el estreñimiento. La piel también puede afectarse, produciéndose resecamiento y pérdida de elasticidad.

Síntomas de alerta

Las personas que presentan mareos, náuseas, escalofríos, desvanecimiento y pérdida de conocimiento requieren atención médica urgente, por lo que deben recurrir al servicio de salud más cercano.