Ellos son más sensibles al ruido que los humanos, y los fuertes sonidos de las pirotecnias pueden causarles mucho estrés y miedo. Esto puede llevar a comportamientos agresivos, como escapar de sus hogares o atacar a personas u otros animales.
Los juegos pirotécnicos, además de representar un riesgo por pérdida de miembros y amputaciones, quemaduras, daños oculares y sordera, entre otras consecuencias en el ser humano, para los animales son una verdadera tortura. Además, si los petardos detonan cerca de los animales, pueden producir daños en sus oídos, incluso provocar pérdida de la audición, causarles quemaduras, mutilaciones o incluso la muerte. Por esta razón, el Programa Nacional de Control de Zoonosis y Centro Antirrábico Nacional (CAN) insta a tomar conciencia en estas fechas y, de ser posible, dejar de lado estos artefactos que representan un riesgo para las personas y malos ratos para los animales. Las mascotas sufren en las fiestas de fin de año, debido al exagerado uso de pirotecnia, en especial de las bombas que causan estruendos. Entre las afectaciones que estas les producen, principalmente, están las relacionadas con su sentido auditivo, como así también miedo, estrés y otros. Con el sonido de las bombas, las mascotas entran en un estado de excitación total en el que no controlan sus impulsos, por lo que muchos escapan y huyen de la casa. Una vez que están fuera del terreno conocido, pierden su sentido de la orientación y muchas veces no pueden volver a casa. ¿Cómo paliar la situación? En el caso de los perros, antes del bullicio de las fiestas, podría sacar a pasear a su mascota con la correa puesta para que haga sus necesidades, corra y permanezca más tranquilo. Posteriormente, se los puede ubicar en una habitación aireada, bien ventilada con su cama, manta, juguetes, agua y comida, en lo posible donde no se escuchen directamente los estruendos de las bombas. Antes que estos estallidos se inicien se puede cerrar ventanas, persianas y puertas, para atenuar el ruido lo más posible. El uso de los algodones como tapones de oídos para los animalitos es una opción válida para protegerlos del ruido de petardos, pero sin olvidar retirarlos, ya que en caso de olvido pueden generar graves infecciones. Las bombas suelen poner nervioso y hasta agresivo al animal, por eso no es recomendable irrumpir en la habitación donde se encuentra aislado. Así también, se sugiere, en lo posible, no sedar al animal, más aún si ya es muy adulto, y bajo ninguna circunstancia sin prescripción de un veterinario.